Argelia niega haber informado a Roma sobre el apoyo libio a los extremistas

Una fuente autorizada del Frente de Liberación Nacional argelino, consultada por este periódico, calificó ayer de «infundadas y especulativas» las alegaciones de un enviado de la Prensa italiana a propósito de la existencia de un mensaje de Argelia al Gobierno italiano en el que se daban precisiones sobre la presencia de terroristas italianos, alemanes y españoles en tres campos del desierto libio.Los argelinos, en esta como en otras ocasiones, se guardan bien de criticar a un aliado de la talla del coronel Gadafi, por sensibles que sean sus relaciones bilaterales con el país vecino. Interpretar ese silencio como un apoyo incondicional a Libia en todas sus acciones no correspondería exactamente a la verdad, se subraya aquí en los medios oficiales; pero, al propio tiempo, se pone de relieve que tanto Argel como Trípoli serían los primeros en sufrir las consecuencias de un publicidad de sus diferentes puntos de vista, que oficialmente se dice inexistentes.

Los beduinos

Las tesis de los beduinos, que habrían estado recorriendo el Sahara y descubierto la presencia de terroristas europeos en varias bases libias, es considerada en Argel demasiado «espectacular», incluso por la propia Embajada italiana en Argel, molesta por las aseveraciones hechas por el enviado del Corriere della Sera, basándose en «amigos argelinos serios».El excelente estado de las relaciones argelino-italianas, gracias al concurso personal del presidente Pertini, que visitó Argelia en mayo de 1980, se ha traducido en un incremento sensible de las relaciones económicas, pero no ha desbordado a temas de tanta sensibilidad como los evocados por el diario de Milán. Incluso una demanda de la sociedad italiana ENI, formulada en Argel en septiembre pasado, para obtener un precio preferencial del gas natural argelino fue rechazada de plano, a pesar de los esfuerzos hechos por el ministro italiano de Industria y Energía, Antonio Bisaglia, en el sentido de ver traducir en ese aspecto el mejoramiento del clima político.

Viejos amigos

Los «ambientes argelinos» a los que se refiere en su crónica el periodista italiano, quien cita también a «viejos amigos argelinos», son estimados aquí como un recurso clásico para constituir un expediente, cuyos únicos elementos válidos podrían haber sido facilitados por el agregado militar italiano en esta capital, quien, como el resto de los diplomáticos de ese país, mantienen estrechas relaciones con la «oficina libio-argelina de fraternidad» en la que se ha transformado la antigua Embajada de Trípoli.Las autoridades argelinas han tomado nota de la transformación de la antigua Embajada libia y la constitución de un comité popular encargado de dirigirla. Pero, sintomáticamente, ni una sola personalidad argelina acudió a una reciente recepción dada por la citada oficina en Argel, en la que participaron, en cambio, todos los diplomáticos italianos.

Significativamente, la edición del Corriere della Sera, en la que aparecen, en su primera página, las informaciones «filtradas de Argel sobre la pista Gadafi», no ha sido objeto alguno de censura en la capital argelina y ha entrado libremente. La censura argelina actúa, sin embargo, implacablemente en aquellos casos en que las informaciones de la Prensa extranjera son susceptibles de desacreditar la acción política y diplomática de este país.