EE UU cancela sus programas de educación bilingüe
La Administración Reagan parece dispuesta a cumplir su promesa electoral, centrada en el lema de «América, primero». En aras de una reducción del gasto público, considerada vital para vencer la crisis económica, todos los ministerios del equipo republicano que dirige el presidente Ronald Reagan -excepto el de Defensa- preparan recortes presupuestarios. En tal sentido debe interpretarse la eliminación del programa de educación bilingüe, que afecta sobre todo a la minoría hispana, anunciado aquí por el secretario de Educación, Terrell Bell.
A fin de ahorrar unos mil millones de dólares en los próximos cinco años (80.000 millones de pesetas), Bell canceló los programas de la anterior Administración Carter, que permitían la enseñanza bilingüe a unos 3.500.000 niños en unos quinientos centros docentes estadounidenses. Se respetaba así el principio constitucional del Acta de los Derechos Cívicos, que impide toda «discriminación» basada en los «orígenes nacionales»: hispanos, vietnamitas, coreanos y camboyanos eran los más beneficiados del programa de enseñanza bilingüe.La noticia cayó como una «bomba» en los medios hispanos norteamericanos, cuya población suma oficialmente más de quince millones de personas en EE UU, más otros siete millones de «indocumentados», es decir, emigrantes clandestinos, generalmente de origen mexicano. Una «minoría» dentro de los 226 millones de ciudadanos estadounidenses, cuya progresión superará la actual primera minoría, la raza negra, en EE UU antes del año 2000, convirtiéndose en un importante factor político, cultural y económico en el país.
A diferencia de otras minorías étnicas emigradas a Estados Unidos, los hispanos -quizá porque colonizaron gran parte de estas tierras casi un siglo antes de que llegaran los primeros ingleses- nunca se han integrado completamente en las costumbres sajonas.
Malestar
La ciudad de Nueva York, con 2,5 millones de hispanos, es el principal núcleo de habla española, formado básicamente por puertorriqueños. Los hispanos de origen cubano se agrupan en más de 1,5 millones en Florida, en particular en el área de Miami. Mientras que los «chicanos», hispanos de origen mexicano, pueblan con más de ocho millones las regiones del Pacífico (California) y suroeste (Arizona, Nuevo México y Tejas).El bilingüismo en toda escuela que contase con más de veinticinco alumnos de otra lengua que el inglés puede desaparecer por falta de subsidios para los maestros. Bell anunció que cada escuela tendrá la facultad «flexible» de determinar si debe o no continuar la enseñanza bilingüe considerada como básica -sobre todo en asignaturas como las matemáticas- para niños de minorías étnicas que comprenden parcialmente el inglés.
De los 3,5 millones de niños afectados, el 70% es de habla hispana, según cálculos de los medios hispanos norteamericanos. El senador demócrata de Massachusetts, Edward Kennedy, miembro del Comité de Educación del Senado, denunció como «discriminatoria» la medida del secretario de Educación. Ni que decir tiene que entre los miembros hispanos del Congreso demócratas en particular, el anuncio fue igualmente objeto de duras críticas. «Si esta es la política de educación de la Administración Reagan, es un verdadero desastre para el país», dijo el congresista Robert Garcia, demócrata por el Estado de Nueva York.
La decisión acentuará el malestar entre los medios políticos hispanos, que se consideraban ya «marginados» por la ausencia de todo alto cargo de origen hispano en la nueva Administración republicana.
Pero no inquietará al norteamericano medio -base electoral de la victoria de Ronald Reagan-, que ve con buenos ojos que el único idioma «oficial» sea el inglés. Lo que evita, por otra parte, la formación de minorías culturalmente distintas, que podrían suponer incluso un peligro futuro para EE UU en ciertas regiones donde el «equilibrio» lingüístico amenaza con bascular
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