Los terroristas italianos tienen conexiones internacionales, afirma en el Parlamento el primer ministro Arnaldo Forlani
El Gobierno italiano «no cerrará los ojos» y «mantendrá una política firme y resuelta», afirmó ayer el primer ministro, Arnaldo Forlani, al abrir en la Cámara de los Diputados el debate sobre las «centrales extranjeras» del terrorismo. Forlani defendió al presidente Pertini -quien declaró a la televisión francesa que sospechaba que la central del terrorismo italiano estaba en el extranjero y posiblemente en los países del Este- y afirmó que «existen pruebas de contactos internacionales de las Brigadas Rojas en forma de escritos, documentos, armas y hasta matrículas de automóviles». Los mismos contactos se pueden demostrar, según Forlani, con relación a Primera Línea, la segunda organización terrorista de Italia.
En su discurso al Parlamento, el presidente del Gobierno fue muy hábil. Respondiendo a las numerosas preguntas hechas por los diversos partidos del Gobierno y de la oposición, Forlani supo dar una de cal y otra de arena. Destacó que es necesario distinguir entre «Indicios» y «pruebas» y citó al mismo secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, que acaba de afirmar a un diario italiano que una de las dificultades en la búsqueda de conexiones internacionales del terrorismo «es la falta de informaciones de primera mano».
Sin evidencias suficientes que comprometan a las instituciones
Después de haber citado las pruebas concretas acerca de «contactos» del terrorismo italiano con otras organizaciones similares extranjeras (armas suizas, checas, rusas y alemanas; colaboraciones con Action Directe Française, con el grupo palestino FLP, etcétera), Forlani dijo textualmente: «Nadie puede pretender excluir conexiones internacionales y coordinaciones externas. Descubrirlas pertenece a los servicios de seguridad del Estado». Y añadió en seguida: «Pero, de que todos estos hechos, episodios y conjeturas comprometan la responsabilidad de Gobiernos y de instituciones de este o aquel país no hay evidencia suficiente».Para contentar, sobre todo, los socialdemócratas y socialistas que apoyan su Gobierno y que habían recibido con grandes aplausos las veladas alusiones de Pertini a la Unión Soviética como responsable del terrorismo italiano, Forlani ha criticado y condenado «la voluntad hegemónica y la política expansionista de la URSS, desarrolladas en estos últimos años hasta extremos de auténtica peligrosidad».
Forlani acabó asegurando que el Gobierno «continuará potenciando los servicios de seguridad» y que Italia «está colaborando activamente en el terreno internacional para derrotar al terrorismo». En esta línea, el presidente del Gobierno ha elogiado la voluntad de 35 países firmantes del Acta de Helsinki de abstenerse de apoyar, directa o indirectamente, cualquier tipo de actividad terrorista.
Las primeras reacciones de los partidos que apoyan el Gobierno al discurso del presidente Forlani han sido más bien positivas. Así lo demostraron los socialistas, los socialdemócratas y los republicanos. Forlani consiguió de este modo exorcizar una enésima crisis de Gobierno que se daba ya como inminente.
Tass acusa a EE UU de instigar el terrorismo
La agencia Tass acusó ayer a Estados Unidos de haberse «transformado prácticamente en un centro mundial de formación de terroristas y de saboteadores», en una nueva respuesta a las declaraciones del secretario de Estado, Alexander Haig.«En la aplicación de su política imperialista, Estados Unidos utiliza ampliamente los servicios de terroristas internacionales, de pistoleros, de expertos en operaciones de castigo formados en escuelas especiales del Pentágono, de la CIA, el FBI y otras instituciones similares. La agencia soviética señala en su despacho, fechado en Nueva York, que la «formación de terroristas se financia a cargo de diversos programas gubernamentales».
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