"El País Vasco no se puede permitir el lujo de ser un paraíso dentro del Estado"
El 29 de diciembre del pasado año el Consejo de Ministros daba el visto bueno al proyecto de concierto económico entre el País Vasco y el Estado. Habían transcurrido catorce meses desde que, en octubre de 1979, el ya desaparecido Consejo General Vasco (ente preautonómico integrado entonces por PNV, UCD, PSOE y Euskadiko Ezkerra) iniciara las negociaciones con la Administración. Este es el primer concierto de carácter unitario para Vizcaya, Guipúzcoa y Alava. ya que históricamente cada una de estas provincias negociaba directamente con el Estado el tema impositivo. Vizcaya y Guipúzcoa recuperan con él sus derechos históricos, arrancados por un decreto de guerra de 1936 que las calificaba de «provincias traidoras»; en tanto que Alava, que mantuvo su concierto, se incorpora a esta norma común para toda la comunidad autónoma vasca. Pedro Luis Uriarte (38 años, licenciado en Derecho y Ciencias Económicas, ex profesor de la Universidad Comercial de Deusto y ex director para el País Vasco del Banco de Bilbao), consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, habló con Javier Angulo sobre el alcance de los conciertos económicos y el futuro de la Hacienda autónoma vasca.
Pregunta. ¿Que peculiaridades destacaría en el concierto económico a la hora de buscar diferencias entre la hacienda autónoma vasca y la del Estado?
Respuesta. Una y fundamental es que se reconoce, en base a la tradición histórica, que las facultades recaudatorias no las tiene la hacienda de la comunidad, sino las diputaciones de los territorios históricos vascos que, desde la pérdida de sus fueros, concertaban por separado y directamente con el Estado todo el tema impositivo. Serán, pues, ellas las que recibirán las competencias en materia de administración tributaria.
Pero, además, hay una competencia superior, de carácter normativo, que tienen lo que en el Estatuto se denominan «instituciones competentes» de los territorios históricos, que, básicamente, serán las Juntas Generales de Alava, Vizcaya y Guipúzcoa.Por otro lado, además de esta capacidad normativa, hay unas facultades de tipo de administración tributaria por las cuales se les reconoce a los territorios históricos la capacidad para realizar las operaciones básicas de carácter tributario, que son las de exacción, gestión, liquidación, inspección, revisión y recaudación de los tributos. Y además, junto a esto, y completando esta definición general, se dispone en el concierto que, para la gestión, inspección, revisión y recaudación de estos tributos, estas instituciones competentes ostentarán las mismas facultades y prerrogativas que tiene reconocidas la Hacienda Pública del Estado.
P. En el caso de la eventual incorporación de España a la CEE, ¿de qué forma se vería afectado el concierto económico? ¿Cree que la Administración debe consultar con el Gobierno vasco antes de dar ese paso?
R. El concierto económico es. un sistema de relación tributaria de una comunidad autónoma dentro del Estado. Si éste se incorpora a la CEE lo hace con ese derecho histórico incluido, que se irá armonizando con el del Estado, afectado a su vez éste por el propio proceso de armonización impositiva que se puede producir dentro de la CEE. El concierto económico no es algo fosilizado, sino que se va adaptando y contiene mecanismos de adaptación, a medida que va variando el proceso legislativo y el sistema tributario del Estado. Esa adaptación se realiza siempre, y ésta es una de sus peculiaridades, de común acuerdo entre las parte negociadoras.
En relación con la posible entra da de España en la CEE creemos que las autoridades autónomas deben tener un nivel de participación en la decisión y, sobre todo, en el proceso de negociación. Teniendo en cuenta que se trata de una negociación multisectorial y que el reparto geográfico de los sectores a nivel estatal no es uniforme, se podría pensar que ciertas concesiones que el Estado puede hacer en su día, por ejemplo, en el sector industrial -con gran implantación en el País Vasco- podrían venir contraprestadas por concesiones de la CEE en el sector agrícola. Casos de este tipo, no cabe duda, producirían una distorsión económica.'ITE e impuesto de lujo tendrán las mismas tarifas que en el Estado'P. Volviendo al tema de las relaciones entre la hacienda autónoma vasca y la del Estado, ¿cómo debe interpretarse el concepto de armonización fiscal, desarrollado ampliamente en el concierto?
R. Ese ha sido un largo tema de negociación. Se quedó de acuerdo, y así lo recoge el concierto, en la aplicación de la ley general Presupuestaria como medida de coordinación en cuanto a sistemática, terminología y conceptos de los impuestos, en todo lo que no suponga la propia ley de Concierto Económico.
Para evitar recelos que puedan existir en empresas, se acuerda que no se adoptarán medidas fiscales de fomento de la inversión que discriminen, por razones de lugar de procedencia de los bienes o equipos en que se materialice la inversión. Es decir, nosotros no podremos primar la inversión en bienes de equipo fabricados en la comunidad autónoma vasca. Porque, en definitiva, este concierto, y es importante decirlo, respeta escrupulosamente la unidad de mercado.Para no crear distorsiones en los mercados financieros se van a aplicar normas tributarias iguales a las del Estado en las operaciones bancarias y de los mercados monetarios, así como en los demás medios de financiación de las empresas. Por la razón de la igualdad de mercado se someten a igual tributación que en el territorio común los actos de constitución, ampliación, disminución, transformación y fusión de empresas.
P. ¿Quedan pues despejados los temores o desautorizadas las acusaciones que se han hecho en el sentido de que el concierto supondría competencias desleales, la existencia de amnistías y privilegios fiscales para los vascos y, en definitiva, paraísos fiscales en Euskadi?
R. Absolutamente. El concierto económico nos prohíbe explícitamente la concesión de amnistías fiscales y el establecimiento de privilegios de carácter fiscal directos o indirectos. No se concederán, pues, subvenciones que supongan la devolución de tributos, aunque el País Vasco pueda conceder subvenciones por vía del gasto, al igual que lo hace el Estado.Por otra parte, y en base al concierto, las regularizaciones o autorizaciones tributarias que acuerden los territorios históricos no supondrán la incorporación de activos ocultos o la eliminación de pasivos ficticios, porque, en definitiva, sería otra vía para la amnistía tributaria. Asimismo, estamos obligados a aplicar las normas de carácter fiscal excepcional o coyuntural que aplique el Estado durante el período de duración del concierto.
Debe olvidarse también el temor a competencias desleales, porque en el concierto se dice claramente que las normas que dicten las instituciones competentes de los territorios históricos no podrán implicar menoscabo de las posibilidades de competencia empresarial, ni distorsionar la asignación de recursos, ni el libre movimiento de capital y mano de obra. Además, al dictar normas fiscales estamos obligados a atender los principios de la política económica general del Estado.P. ¿Es cierto que fue precisamente a sugerencia de la representación vasca en la negociación que se incluyó esta precisión?R. Así es. Se ofreció el 3 de octubre en la Moncloa. Siempre hemos dicho que en. el País Vasco no van a darse paraísos fiscales. Entre otras razones, por si no hubiera otras, porque no nos podemos permitir el lujo de tenerlos. Porque el País Vasco, y creo que de esto se han concienciado nuestros interlocutores, está en una situación económica absolutamente traumática, en la que las necesidades de capacidad pública son tales que impiden una decisión de este tipo.P. ¿En qué consiste exactamente la autonomía normativa en materia impositiva reconocida a la comunidad autónoma vasca en el concierto?R. En una definición tan amplia como la exacción, inspección, revisión y recaudación de todos los tributos, con excepción de los relacionados con la renta de aduanas, monopolios fiscales y la imposición sobre alcoholes, que se reserva el Estado. El impuesto de la renta, patrimonio, actos jurídicos, documentos, ITE, lujo, quedan para la comunidad autónoma vasca.P. ¿Qué facultades tiene la Hacienda autónoma vasca con respecto al impuesto sobre la renta?
R. Se nos reconocen facultades normativas en relación con las actividades de carácter empresarial, profesional y artístico. Se nos reconoce todo el régimen de modelos, plazos de presentación y formas de ingreso. Este año se recaudará la renta en las mismas fechas que en el Estado, porque si no no vamos a poder pagar el cupo.
P. Con respecto a los impuestos de carácter indirecto, ¿se aplicarán en el País Vasco las mismas tarifas que en el Estado?R. Sí. Por el hecho de ser impuestos que afectan a los precios de los productos, la normativa autónoma no puede existir. Se trata de evitar distorsiones en el mercado. Aplicaremos aquí las mismas tarifas que el Estado en el impuesto de tráfico de empresas (ITE) y lujo, no así en el de transmisiones patrimoniales y en el de actos jurídicos documentados.P. ¿Cuál es la autonomía normativa con respecto a los tributos locales?
R. La tenemos completa respecto a la contribución territorial urbana, rústica y pecuaria, respetando, eso sí, los sistemas de valoración y de determinación de la base imponible.
'Para 1981 se ha fijado un cupo provislonal'P. Como contrapartida a la facultad de gestión, inspección y recaudación de todos los tributos, con excepción de los percibidos por aduanas, los gestionados por monopolios fiscales y la imposición sobre alcoholes, la comunidad autónoma vasca tiene que pagar anualmente al Estado una canti-
"El País Vasco no se puede permitir el lujo de ser un paraíso dentro del Estado"
dad para satisfacer las cargas generales que no asume. Es el cupo. ¿Cómo se ha definido el provisional de 1981?
R. El Estatuto concibe la institucionalización de las relaciones de orden tributario entre la comunidad autónoma y el Estado en dos leyes: de Concierto Económico y de cupo. Una vez encarrilado el proyecto de ley de Conciertos, que empezó a discutirse en octubre de 1979, nos dimos cuenta de que la redacción de una ley tan técnica y minuciosa como la del cupo nos llevaría casi un año, y creíamos que esperar ese tiempo para que la ley de Concierto entrara en vigor era peligroso, políticamente hablando. Por ello se pensó que lo mejor era incluir en ella varios artículos en los que se desarrollasen de una forma precisa los criterios sobre los que se va a calcular el cupo en el futuro. Facilitábamos así el cálculo del cupo provisional de 1981 y evitábamos las diferencias con el que se establezca por ley en los próximos meses.
Para 1981 se ha fijado un cupo provisional de 116.979 millones de pesetas, de los que únicamente ingresaremos al Estado 38.596 millones. El resto se satisface por vía de participación en los impuestos no concertados (38.967 millones), de los ingresos no tributarios (12.234) y en el déficit del Estado (27.182).
P. De entre las cargas generales del Estado que no asume la comunidad autónoma, ¿cuáles son las más onerosas para la Hacienda vasca?
R. Sin duda, la de Seguridad Social. Luego hay otras, como los gastos de defensa, de Cortes, de la Casa Real y Asuntos Exteriores. No hay que olvidar, claro está, el Fondo de Compensación Interterritorial.
Como cargas generales del Estado tenemos que contribuir también al pago de transferencias o subvenciones que haga el Estado en favor de entes públicos, en la medida en que las competencias que desarrollen éstos no estén asumidas por la comunidad autónoma.
P. ¿En qué medida o, si lo prefiere, con qué cantidad va a contribuir la comunidad autónoma en el Fondo de Compensación Interregional?
R. Vamos a ser los únicos que vamos a contribuir de una forma explícita con una cantidad precisa. Esta circunstancia no se da en otras comunidades autónomas, como consecuencia de la financiación que tienen prevista. Por el momento, esta cantidad no está fijada. porque el Fondo sólo existe en el texto de la Constitución y en la LOFCA (ley orgánica correspondiente); pero no se ha incluido en los Presupuestos del Estado.
'La situación económica del País Vasco es dramática'
P. Recuerdo haberle escuchado a usted en una conversación informal que, al paso que va la economía vasca, no sería de extrañar que en el plazo de dos años la comunidad autónoma tuviera que recibir cantidades importantes del Fondo de Compensación Interregional.
R. Y lo mantengo. Me explico. Nosotros nos hemos llevado una sorpresa al conocer en detalle la realidad económica del País Vasco. Hay aún grandes sectores del pueblo español, incluso del vasco, que piensan que aquí estamos en época de «vacas gordas» todavía y que esto es igual que en 1970-1971, cuando el ciclo expansivo estaba en plenitud. En estos momementos, hay quedecirlo a todo el mundo, por razones de carácter económico, social y político, la situación económica del País Vasco es dramática.
P. ¿Con qué tesorería va a contar la Hacienda autónoma para afrontar su programa de gobierno?
R. Nuestra mayor fuente de ingresos será, sin duda, la recaudación del impuesto concertado. Nuestras previsiones de recaudación para 1981 se estiman en unos 112.000 millones de pesetas. Si aplicamos el mecanismo de cifra relativa, esa cantidad se reducirá en cerca de 10.000 millones. Si restamos también los 38.000 millones y medio de pesetas que por cupo debemos ingresar en el Tesoro español, nos quedan aproximadamente 75.000 millones.
Otras fuentes de ingresos de la Hacienda autónoma serán la emisión de deuda pública, la solicitud de créditos por anticipo del Tesoro reintegrable y los propios ingresos patrimoniales.
P. Pero, lógicamente, la Hacienda autónoma está obligada a llevar a cabo una serie de actuaciones que convenzan a corto plazo a todos los sectores del País Y asco de que el concierto económico sirve para algo.
R. Teniendo en cuenta las necesidades de capital público que tiene el País Vasco, creo que, a nivel de ciudadano de a pie, el concierto económico no le va a resolver los problemas que le afectan de la noche a la mañana. Sin embargo, el concierto, que es un instrumento tributario, ha producido un ¡mpacto popular, un efecto psicológico muy positivo a nivel de calle y a nivel del propio empresariado, que piensa que aquí pueden empezar a cambiar las cosas.
P. ¿Qué ventajas cree usted que va a reportar el concierto económico a la economía de Euskadi?
R. La ventaja fundamental del concierto es la capacidad absoluta que nos proporciona en la fijación de prioridades, la capacidad absoluta de recaudación (es decir, que podemos aumentar la presión fiscal lo que creamos oportuno y esa recaudación fiscal se queda en Euskadi) y, sobre todo, la capacidad de poder administrar mejor los recursos.
'Para muchos vascos el concierto económico es la quintaesencia de la autonomía
P. Pero ¿cree usted realmente que el concierto puede jugar un papel decisivo en la solución a la grave crisis económica del País V asco?
R. Creemos que con una administración austera y eficaz y con una fijación de prioridades adaptada a nuestras necesidades y a la realidad socioeconómica, que creemos conocer mejor que la Administración, podremos dirigir mejor el caudal de recursos públicos y dedicar parte de ellos a la inversión pública. Eso tiene un doble efecto positivo de cara al ciudadano, porque el nivel de equipamientos mejorará progresivamente y a corto plazo, y a nivel psicológico, ante la inversión privada que, en definitiva, supone el 80% o 90% de la inversión que hasta ahora se venía haciendo en el País Vasco. Podría actuar e, pues, el concierto como «cebo de bomba» en el aspecto económico.
P. Será siempre y cuando disminya la inestabilidad social y política que se registra en el País Vasco.
R. Un tema importante, como es el dar salida correcta al problema nacional, se está consiguiendo poco a poco por vía de la profundización del Estatuto. Para muchos vascos el concierto económico -al que no cabe duda se ha mitificado- es la quintaesencia de la autonomía. Es más: para muchos vascos, a partir de la aprobación del proyecto de concierto, empiezan a creer que el Estatuto de Autonomía es verdad. Esto, de entrada, supone un factor de normalización muy grande en este país.
Con los conciertos económicos, la policía, educación y las competencias que asumiremos en 1981 (que los más optimistas se atreven a afirmar que se logrará el 80% de las que nos reserva el Estatuto), podremos tener una capacidad de autogobierno y resolver nosotros mismos nuestros problemas. Podremos decir a las fuerzas que no creen en la vía institucional que el Estatuto de Guernica, al que se opusieron, es una realidad, que aquí hay una capacidad de poder real y ante ella difícilmente una fuerza política se va a poder sustraer a las posibilidades de actuación.
P. ¿Y qué puede hacer la Hacienda autónoma para reactivar la industria en crisis?
R. Tenemos intención de crear mecanismos en colaboración con las instituciones financieras que operan en este país, para poder dar una salida a muchas empresas, la mayor parte medianas y pequeñas, que no tienen posibilidad de acudir a las fuentes de financiación oficial y están con el agua al cuello, a falta de unos millones. Eso se va a hacer con carácter inmediato. Tenemos también intención de crear con dinero público una sociedad de promoción industrial para el País Vasco, y al mismo tiempo apoyar las sociedades privadas de promoción. Pensamos crear también suelo industrial para atraer industrias al País Vasco, y desarrollar una política de apoyo a la investigación.
P. ¿Participarán también en inversiones en los sectores estratégicos, la rnavor Parte de ellos en crisis?
R. De acuerdo con el propio Estatuto de Autonomía, la responsabilidad es básicamente del Estado. Es decir, el hecho de que un sector estratégico esté situado en el País Vasco no quiere decir que ese problema se lo endose la comunidad autónoma. Como somos una comunidad dentro de un Estado, es un problema a nivel estatal, aunque pensamos que en lo que afecte al País Vasco debe hacerse con nuestra colaboración.
P. ¿Qué papel pueden jugar las instituciones financieras en este proceso de reactivación que usted cree puede iniciarse con el concierto económico? ¿Cuál va a ser la política de relaciones de la Hacienda autónoma con aquéllas?
R. Por lo que se refiere a las instituciones financieras tenemos intención de asumir de inmediato las competencias que nos corresponden de acuerdo con el Estatuto, en lo que son cajas de ahorro y cooperativas de crédito. Tenemos necesidad, y es uno de los objetivos para 1981, de desarrollar el Estatuto en materia financiera.
Creo que por parte de la banca (y no distingo entre banca con sede social en el País Vasco o fuera, sino banca que obtiene, en términos marxistas, una plusvalía en Euskadi), comprenderá que, en definitiva. todo lo que suponga normalización del País Vasco les reporta indirectamente beneficios porque supondrá que la actividad económica mejorará y, en definitiva, que sus posibilidades de obtener beneficios por operaciones financieras en el País Vasco -hoy muy limitadas- crecerán.
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