Perú y Ecuador siguen concentrando gran número de tropas en su frontera

La comisión permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha acordado, con la única oposición de Perú, convocar para la próxima semana una reunión de cancilleres para estudiar el conflicto fronterizo que enfrenta a este país con Ecuador. El Gobierno peruano se opuso a esta decisión por entender que el tema debía ser tratado primero por los cuatro países que firmaron el protocolo de Río de Janeiro como garantes de la delimitación territorial entre las dos naciones. Washington, por boca del Departamento de Estado, apoya la mediación de la OEA, y pidió ayer el fin de todo acto de hostilidad

A lo largo del día de ayer no se registraron combates en la zona de litigio, pero grandes contingentes de tropas se han concentrado a ambos lados de la línea divisoria, en una extensión de más de cien kilómetros. Ambos países tienen una frontera común de casi 1.700 kilómetros, en su mayoría selváticos. El Ejército peruano ha desplazado a su brigada de blindados de Lima y a su flota de guerra.Del aeropuerto internacional de Quito han salido, entre la madrugada y la mañana pasadas 35 vuelos de Hércules C-130 transportando tropas hacia la zona del conflicto.

Los Gobiernos de Quito y Lima continúan acusándose mutuamente de violaciones a sus respectivos territorios nacionales. Ecuador dice que está dispuesto a defender su guarnición de Paquisha hasta las últimas consecuencias, en tanto que Perú asegura que su Ejército ha desalojado a las tropas ecuatorianas, que habían penetrado unos quince kilómetros en territorio peruano.

El primer mandatario ecuatoriano, Jaime Roldós, ha subrayado que su país defenderá por medios pacíficos y jurídicos sus irrenunciables derechos amazónicos, pero que «el camino de la agresión no ha sido ni será nunca el suyo». Las pretensiones ecuatorianas pasan por el acceso directo a los ríos Marañón y Amazonas, que le abrirían una puerta directa al Atlántico.

En las últimas horas parece haber disminuido el riesgo de que el conflicto fronterizo derive en una guerra abierta. El presidente de Perú, Fernando Belaúnde, ha manifestado que el incidente con Ecuador «será una cosa breve». Esta confianza del dirigente peruano parece basada más en el potencial militar que en la disposición de su Gobierno a renegociar sus fronteras.

La superioridad militar de Perú, que ya en 1941 provocó una rápida derrota ecuatoriana en la guerra de los diez días, parece haberse incrementado durante los últimos años. Perú dispone del Ejército probablemente más poderoso de América del Sur, después de Brasil y Argentina.

Su superioridad está basada tanto en el número de efectivos -65.000 hombres, frente a 18.000- como en su parque de armamento. Los dos países poseen aviones franceses Mirage pero Perú cuenta además con cazas soviéticos SU-22 y SU-22UTI, hasta sumar 160 aviones de combate, más del doble que su vecino. La diferencia es aún mayor en el mar, donde Perú tiene ocho submarinos y once buques, al menos dos de ellos armados con misiles. Ecuador apenas puede oponer media docena de navíos de tamaño medio.

El panorama se repite en el ejército de tierra. Al centenar de carros franceses AMX-13, que también tiene Ecuador, Perú añade unos 250 tanques T-54 y T-55, de fabricación soviética, aunque este tipo de carro pesado no parece muy adecuado para el combate en la región selvática del Condor, donde se desarrolla el enfrentamiento entre las dos naciones.