El presidente del Congreso visitó al Rey y se entrevistó con Calvo Sotelo

Durante ese tiempo me he ido a tomar unas cervezas». Con esta respuesta humorística contestó ayer, a las 15.30 horas, el presidente del Congreso de los Diputados, Landelino Lavilla, cuando se dirigía desde su despacho a su coche oficial, a la pregunta de EL PAIS sobre lo que había hecho desde que salió de la Zarzuela, hacia la una de la tarde de ayer, hasta que llegó al palacio del Congreso, a las 14.25 horas. Al parecer, durante ese tiempo se entrevistó con Leopoldo Calvo Sotelo. En cambio, Landelino Lavilla negó que hubiera estado en la Moncloa. «He hablado ahora por teléfono», dijo.Landelino Lavilla, que aparecía sonriente y relajado, mostró su asombro por el control sobre su tiempo y confirmó la convocatoria de la Mesa del Congreso para recibir oficialmente la dimisión del presidente del Gobierno, formalizada en la mañana de ayer por Adolfo Suárez y comunicada por el hoy al presidente de la Cámara durante la entrevista celebrada en la Zarzuela durante casi dos horas. Confirmó también la desconvocatoria de la reunión del Comité Ejecutivo de UCD, inicialmente fijada para las cuatro de la tarde de ayer, y el comienzo inmediato de las consultas del Rey a los grupos políticos con representación parlamentaria. En relación con otras cuestiones políticas, Landelino Lavilla se declaró ocupado de modo preferente con los trámites institucionales que, de acuerdo con la Constitución, le corresponden.

Hacia las dos de la tarde abandonaron el palacio del Congreso los miembros del sector crítico de UCD, Miguel Herrero, Oscar Alzaga, Ignacio Camuñas, Fernando Alvarez de Miranda y Luis de Grandes. Poco después, a las 14.25 horas, llegó Landelino Lavilla, quien recibió a algunos miembros de la Mesa de la Cámara que habían aguardado la llegada del presidente desde las nueve de la mañana. Los miembros de UCD Víctor Carrascal, secretario primero, y Modesto Fraile, vicepresidente primero, así como el socialista Luis Gómez Llorente, vicepresidente segundo, permanecieron reunidos con el presidente del Congreso, e igualmente el secretario general de la Cámara, Nicolás Pérez Serrano, antes de que se adoptara la decisión de convocar a la Mesa para las seis de la tarde.

Modesto Fraile declaró haber encontrado a Landelino Lavilla «tranquilo y sosegado, aunque con la preocupación y seriedad que requiere el momento».

En medios parlamentarios se registraba la ausencia de buen as relaciones personales entre Landelino Lavilla y el inicial candidato a presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, y se recordaba a este respecto que fue Calvo Sotelo el autor de la broma consistente en preguntar si Landelino Lavilla «estaba expuesto», anécdota que Adolfo Suárez comentó con los informadores en su último viaje a América Latina. En la entrevista mantenida ayer entre Lavilla y Calvo Sotelo, ambos intentaron deshacer este y otros equívocos que enturbiaban sus relaciones.

Por su parte, el sector crítico insistió ayer en la Cámara en discrepar con el procedimiento de designación de Calvo Sotelo. Oscar Alzaga señaló que lo conveniente era un debate en profundidad y dijo que su disgusto habría sido el mismo si el candidato propuesto por el procedimiento citado hubiera sido Landelino Lavilla. El portavoz del Grupo Parlamentario Centrista, Miguel Herrero, con aspecto demacrado, manifestó a las cinco de la tarde, antes de meterse en su coche ante el palacio del Congreso: «Me voy a dormir la siesta, que estoy muy cansado». Poco antes, Herrero y otros críticos habían adoptado la decisión de atrincherarse en el grupo parlamentario, cuyos votos son «precisos y preciosos» para la investidura del nuevo presidente.