El Gobierno polaco advierte que intervendrá sin dudarlo si las huelgas continúan extendiéndose
El Gobierno polaco advirtió anoche que se verá «obligado a adoptar aquellas medidas necesarias para garantizar el normal funcionamiento de las empresas», si la ola de huelgas se extiende a todo el país. «El caos y la anarquía se han interpuesto en el camino del Estado, poniendo en peligro la suerte de la patria y de sus ciudadanos», advierte el Gobierno en la declaración hecha pública, tras concluir la reunión del Consejo de Ministros.
«Las fuerzas hostiles al sistema socialista son cada vez más activas», añade la declaración oficial, en la que se recuerdan las atribuciones constitucionales del Gobierno para «mantener el orden y la disciplina, y garantizar a los ciudadanos las condiciones para desarrollar una vida normal».La advertencia gubernamental tiene como base las huelgas que se siguen sucediendo, especialmente en Rzeszow, «a pesar de los esfuerzos del Gobierno y, últimamente, del llamamiento realizado por la Comisión Nacional Coordinadora de Solidaridad (el pasado día 28 de enero)».
«Por esta razón, el Consejo de Ministros se verá obligado, en caso de que la situación actual se perpetúe, a adoptar medidas indispensables que favorezcan el funcionamiento normal de las empresas y establecimientos, conforme al interés social bien comprendido», añade la declaración del Gobierno polaco.
Tanto el miércoles como ayer, jueves, el principal órgano del sindicato independiente Solidaridad hizo un llamamiento a todas sus secciones locales para que se abstuvieran de convocar huelgas antes del próximo martes, día 3 de febrero. Si para ese día el Gobierno y Solidaridad no habían llegado a un acuerdo sobre los conflictivos temas pendientes de negociación, Solidaridad convocaría un paro nacional de una hora.
Hoy, negociación
No obstante, para hoy mismo estaba prevista una reunión de seis dirigentes sindicales, entre ellos Lech Walesa, con representantes del Gobierno para tratar los tres temas aún en candelero: la semana de cinco días (mientras que el Gobierno pretende que se libre en sábados alternos, los sindicalistas quieren que se cumpla el pacto del pasado agosto y que los trabajadores libren todos los sábados), el acceso de Solidaridad a los medios de comunicación del Estado y la legalización de Solidaridad Campesina.
En su comunicado de anoche, el Gobierno confirma su disposición a «proseguir las conversaciones en torno a la limitación de la duración del trabajo, así como a los demás problemas relacionados con el movimiento sindical».
El Consejo de Ministros se manifestó, asimismo, dispuesto a desarrollar sus relaciones con el movimiento sindical sobre una base de «responsabilidad mutua de cara al país», al tiempo que asegura mantenerse fiel al cumplimiento de los acuerdos del pasado mes de agosto y al proceso de «renovación socialista».
