"La conferencia, única representante de los intereses del Tercer Mundo", según el príncipe Saud
«La Conferencia Islámica es el único grupo que representa ver daderamente los intereses del Tercer Mundo y de los países no alineados», aseguró el príncipe Saud al Faisal, ministro de Asuntos Exteriores saudí y presidente de esta conferencia, en una en trevista concedida a la agencia AFP.«Es el único foro internacional que introduce un elemento estabilizador en las relaciones internacionales por su enfoque colectivo », añadió el jefe de la diplomacia saudí.
«En el momento en que los acontecimientos en el seno de la comunidad internacional y los conflictos alcanzan un nivel crítico, si un grupo tiene que tener un impacto estabilizador es el de las naciones islámicas», afirmó.
El ministro saudí de Asuntos Exteriores, al evocar la cuestión afgana, reprochó a Occidente no haber hecho nada después de la ocupación soviética. «Hemos oído hablar de un embargo occidental sobre el trigo pero, en realidad, no ha habido nada», dijo. «Por lo que a las relaciones entre la Unión Soviética y Occidente -Estados Unidos concretamente- se refiere, no ha habido ningún cambio significativo; las relaciones económicas no han experimentado ninguna modificación», señaló el príncipe.
Por el contrario, según Saud al Faisal, los Estados y la organización islámica, si no han conseguido obligar a la Unión Soviética a retirarse, han propiciado, sin embargo, el despertar de la conciencia del mundo hasta el punto que la URSS se enfrenta ahora con varios problemas.
«Es sano que la URSS tenga problemas después de haber cometido tal tipo de acción», añade el príncipe Saud. «Pensamos que nuestra reacción será, en última instancia, provechosa para la propia Unión Soviética, si se da cuenta de que incluso un gran país, con su formidable potencia, no puede burlarse de la integridad territorial y de la independencia de un país más pequeño».
«Que quede bien claro, prosiguió el príncipe, que no estamos en contra de una solución política y pacífica en Afganistán. Hemos demostrado claramente que estamos a favor de tales soluciones pero, al mismo tiempo, opino que es necesario que defendamos a nuestros hermanos afganos».
El príncipe Saud se negó a diferenciar los territorios ocupados afganos y palestinos. «La ocupación de un territorio es la misma en todas partes», afirmó. «La sangre palestina es tan sagrada como la sangre afgana, el territorio afgano es tan sagrado como el palestino. Pero», precisó, «no podemos tratar de la misma manera con Israel y con la URSS. La Unión Soviética es un país importante que tiene, naturalmente, más relaciones con los países musulmanes».
«Nos gustaría», añadió, «que la URSS siga respaldando causas justas, como la causa palestina, pero no podemos justificar la intervención soviética en Afganistán bajo el pretexto de que Moscú apoya a la causa palestina».
En respuesta a otra pregunta, el príncipe Saud definió la jihad (guerra santa), proclamada por Arabia Saudí en Oriente Próximo, «no como un llamamiento a la guerra santa, sino a la lucha, a la superación de uno mismo, para controlarse mejor y movilizarse para el bien y no para el mal».
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