El Banco de Inglaterra, eje financiero de la operación

Parece que el Banco de Inglaterra centralizará todas las cuentas a nombre del Banco Central de Argelia, que actúa como intermediario del Gobierno de Irán. Aunque no ha habido ningún desplazamiento del dinero, se calcula que en total 9.000 millones de dólares serán transferidos a una cuenta especial, en custodia, del Banco de Inglaterra.El Banco de Inglaterra se negaba ayer a hacer ningún comentario, ya que oficialmente no admitía haber desempeñado ningún papel en el litigio entre Estados Unidos e Irán, y decía que tratarían a sus clientes con la discreción habitual.

Sin embargo, parece que unas cincuenta toneladas de oro, 1,6 millones de onzas, fueron transferidas a la cuenta que el Banco de Inglaterra tiene en el Federal Reserve Bank, de Nueva York. Por su parte, el Banco de Inglaterra transfirió o autorizó la transferencia para cuando los rehenes fueran liberados, a cuenta del Banco Central de Argelia, de otras tantas cincuenta toneladas de oro. Por tanto, no hubo ningún desplazamiento físico del metal precioso.

Por otra parte, según algunas informaciones, se han transferido ya a esta cuenta en custodia unos 300 millones de dólares provenientes de la venta de valores iraníes, comprados por el propio Federal Reserve Bank, aunque se cree que la cantidad real ya transferida de Nueva York a Londres es triple de esta cantidad.

Durante el fin de semana varios bancos británicos han venido recibiendo grandes cantidades de dinero destinado a esta cuenta en custodia a nombre del Banco Central de Argelia. Estas operaciones bancarias habrían sido centralizadas por las delegaciones en Nueva York del National Westminster Bank y Barclays, ya que los iraníes no parecían fiarse demasiado de los bancos estadounidenses.

Varias de estas cuentas en custodia serán desbloqueadas una vez que se hayan liberado los rehenes, y el Banco Central de Argelia transferirá entonces los depósitos a Irán, aunque el Banco de Inglaterra seguirá centralizando una cuenta destinada a resolver los pleitos entre Estados Unidos e Irán, una vez que se haya establecido la comisión de arbitraje patrocinada por Irán, en la que el Banco de Inglaterra actuará como banquero.