Vuelve la violencia al conflicto de Crimidesa

Dos guardias civiles con lesiones leves y un minero herido de gravedad, con el fémur fracturado por arma de fuego, es el balance de la casi batalla campal que se originó en Cerezo de Río Tirón, motivada por la salida de un camión cargado de material de la mina Crimidesa.Aunque nadie esperaba que ayer se produjese la anunciada retirada de material por parte de la empresa, debido al mal estado de las carreteras, ya desde la mañana temprano fuertes contingentes policiales patrullaban por el pueblo; esto, y que los directivos de la mina que habitualmente viven en Burgos también hicieran acto de presencia a primeras horas, fue lo que puso sobre aviso a los mineros de que algo sucedería. Sobre las 15.00 horas, un camión entró en el pueblo y en un principio no pudo llegar a la mina debido a una barrera de mujeres que le cortaban el paso. Después de que éstas fuesen disueItas por la Guardia Civil, y que una de ellas tuviese que ser llevada al médico por encontrarse embarazada, no pararon las cargas y las carreras, hasta que, sobre las 17.30 horas, pudo salir el camión cargado de materiales.

La reunión que estaba prevista que se celebrase en la sede del Gobierno Civil a las 14.00 horas no se llegó a realizar, ya que los asesores de la empresa no habían llegado a esa hora desde Madrid. Este hecho, junto con la salida del camión, fue calificado por el secretario provincial de CC OO como una tomadura de pelo a los obreros y un engaño, ya que, según Francisco Ubierna, la intención del asesor de la empresa, Pedro Arriola, era no presentarse a la reunión hasta que los camiones llegasen al pueblo y, una vez que esto hubiese sucedido, tener la excusa de los disturbiospara no negociar.

Por otra parte, el comité ejecutivo del PCE difundió ayer un comunicado solidarizándose con los trabajadores de Crimidesa y solicitando la retirada de la fuerza pública del lugar de los incidentes.