_
_
_
_
_

El marqués de Perinat será el nuevo embajador de España en la URSS

Luis Guillermo Perinat Elio será el nuevo embajador de España en la Unión Soviética, según decisión adoptada por el Gobierno español, que solicitó hace ya varios días el correspondiente placet diplomático a las autoridades soviéticas, según fuentes diplomáticas. El nuevo embajador en la URSS, marqués de Perinat y de Campo Real, y diplomático de carrera, ocupaba hasta hace pocos días el puesto de embajador en Londres.

Con la designación del marqués de Perinat al frente de la Embajada de España en Moscú se cierra un vacío diplomático importante, como el que quedó desde hace ya varios meses en dicha sede diplomática, al ser nombrado su predecesor, Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional. Un vacío que ha coincidido con un cierto enfriamiento de las relaciones hispano-soviéticas, que desde su establecimiento, en febrero de 1977, no alcanzaron cotas importantes en su tímido desarrollo.El establecimiento de un clima de confianza político y diplomático entre ambos Estados, el seguimiento de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación Europea, el eventual ingreso de España en la OTAN y el incremento de las relaciones políticas y comerciales son los temas esenciales de la labor diplomática que espera al nuevo embajador.

La designación del marqués de Perinat pone fin, por otra parte, a los rumores sobre el nombramiento del embajador en Moscú y coincide con la confirmación de José Lladó como embajador de España en Washington, encargado de negociar el nuevo tratado o acuerdo con Estados Unidos en el inicio de la nueva Administración americana que presidirá, a partir del próximo día 20, Ronald Reagan. Asimismo se anuncia para las próximas semanas y meses una paulatina renovación de embajadores y la puesta en marcha, en el marco de la escuela diplomática, de una operación de reciclaje que podría dirigir el diplomático Máximo Cajal.

De la OTAN al PSUC

El eventual ingreso de España en la OTAN será sin duda el punto más conflictivo a dirimir en las relaciones hispano-soviéticas de los próximos meses, aunque el ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez Llorca, declaró el pasado año ante el Senado que no hay fecha concreta para el inicio de dicho proceso proatlántico, que en opinión del ministro deberá concluirse antes de 1983, antes de la celebración de nuevas elecciones generales hispanas. De todas maneras, en el plano estratégico se sabe que a Moscú le interesa también el desarrollo de las negociaciones hispano- norteamericanas que el embajador Lladó iniciará en breve con la nueva Administración Reagan para concluir, antes de septiembre, un nuevo contrato con Estados Unidos, en el que presumiblemente se incluirá la perspectiva OTAN del Gobierno Suárez.También el desarrollo de los trabajos de la CSCE de Madrid y la posibilidad de que se establezcan en la capital española las bases para la puesta en marcha de una nueva conferencia de medidas de confianza y de desarme en Europa es otro de los temas a seguir de cerca en la primera ciudad soviética, donde la diplomacia española deberá poner una especial atención al impacto en la URSS de la Administración de Reagan.

En el plano bilateral será aspecto importante el restablecimiento de la confianza política y diplomática entre ambas partes y el desarrollo de los acuerdos comercial y cultural vigentes, que no han dado mucho de sí hasta el momento. Las posibilidades de intercambio entre ambos países son aún muy importantes y a España le interesa garantizar importaciones petrolíferas de la URSS. Asimismo está pendiente desde hace ya mucho tiempo el viaje del rey Juan Carlos a la URSS, que frenó, en cierta manera, las crisis de Afganistán y Polonia, así como el enfrentamiento vigente de las relaciones Este-Oeste. Una vuelta a la frialdad, que también repercutió en las relaciones Madrid-Moscú, ya salpicadas en los últimos tres años con los múltiples casos de expulsión de supuestos espías del territorio español, así como con la negativa del Gobierno de Madrid a dar facilidades a la flota pesquera soviética en las costas de la Península por miedo al espionaje.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El tema del supuesto apoyo de la URSS al terrorismo vasco y el giro prosoviético de los comunistas catalanes constituyen otros dos puntos de interés bilateral. Sobre el primero hay que señalar cómo Gromiko condenó en Madrid, en 1979, la actividad de ETA. En relación con el acercamiento a la URSS del PSUC habrá que esperar también a ver cuáles son las consecuencias en el PCE de la eliminación del vocablo eurocomunismo.

El nombramiento de Luis Guillermo Perinat en Moscú supone un relevo cualitativo al frente de dicha Embajada española, que hasta hace seis meses estuvo regida por un embajador político, Juan Antonio Samaranch.

El nuevo embajador, que ingresó en la carrera diplomática en 1947, ha desempeñado misiones en El Cairo, Nueva York, París y Londres, y ocupó distintas responsabilidades en el palacio de Santa Cruz, donde fue, en 1973, director general de América del Norte y Extremo Oriente.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_