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Un "halcón" al frente de la política exterior de EE UU

Las funciones políticas y las militares es una de las constantes que se mezclan en la carrera de Alexander Haig, de 56 años, cuando, a partir de 1969, Henry Kissinger le escogió como consejero para asuntos militares en el Consejo Nacional de Seguridad, en la Administración del presidente Richard Nixon.Hasta entonces, Haig había sido el clásico militar graduado en la academia de West Point (1944), con misiones al lado de McArthur durante la segunda guerra mundial y más adelante en Vietnan, don le alcanzó el grado de coronel.

Con el equipo Nixon, Alexander Haig, definido por algunos de sus biógrafos como un hábil estratega, escaló fama en la política y estrellas en la carrera militar, siendo nombrado general.

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Caracterizado como un halcón durante la guerra de Vietnam, defensor, desde la Casa Blanca, de bombardeos masivos en Camboya y Vietnam del Norte, Alexander Haig fue nombrado jefe de gabinete durante los quince últimos meses que precedieron a la caída de Richard Nixon, con el escándalo Watergate. Haig mereció reputación de buen administrador durante esta época tumultuosa y aseguró la transición entre Nixon y Ford, «negociando» el perdón presidencial de Gerald Ford para su antiguo jefe y presidente.

El 1 de noviembre de 1974, Ford le nombró comandante en jefe de las fuerzas aliadas en Europa, pasando a ocupar el máximo cargo militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Retirado del Ejército desde julio de 1979, Haig pasó a ocupar la presidencia de la sociedad United Tecnologies, sociedad vinculada a la fabricación de material militar. Está casado con Patricia Fox, de cuyo matrimonio ha tenido tres hijos: Alexander, Brian y Barbara.

Alexander Haig será la «cabeza visible» de un triunvirato en política exterior norteamericana, donde figura Richard Allen, consejero de Seguridad del presidente Reagan, y de manera más discreta, sin cargo oficial, el hombre que lanzó a Haig a la carrera política: el doctor Henry Kissinger.

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