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Resurgen los conflictos sociales en Polonia

La tregua instaurada desde hace un mes en Polonia entre las autoridades y el sindicato independiente Solidaridad ha sido bruscamente interrumpida durante los primeros días de este nuevo año.Los conflictos sociales latentes han resurgido con mayor agudeza en el sureste del país, en las zonas fronterizas con la URSS y Checoslovaquia, y se han extendido a otras regiones.

Este brusco incremento de la tensión social empezó el 29 de diciembre con la ocupación del Ayuntamiento de la pequeña localidad de Ustrzyki-Dolne, cerca de la frontera polaco-soviética, por setenta obreros y campesinos afiliados a una organización vinculada al sindicato de Lech Walesa, la Federación de los Obreros y Agricultores de la Región de los Montes de Bieszczady (en las montañas cárpatas).

El sindicato de la ciudad de Przemysl (sureste del país) amenazó con recurrir a una huelga de una hora en las principales fábricas de la urbe, primero, y de toda la región, después, si las reivindicaciones de los obreros y campesinos de Ustrzyki-Dolne no eran satisfechas antes del sábado. El comité de Solidaridad rural de Gdansk se declaró en «estado de preparación a la huelga» en todo el litoral báltico.

A estas reivindicaciones se añade el descontento de los obreros de Rzeszow (sureste de Polonia), donde cerca de seiscientas personas ocupan desde el viernes la sede de la federación regional de los antiguos sindicatos oficiales (CRZZ), disueltos el pasado 31 de diciembre. Los ocupantes reivindican parte de la «herencia» material de los sindicatos oficiales.

Los manifestantes de Rzeszow y Ustrzyki-Dolne han decidido actuar conjuntamente para dar más peso a sus reivindicaciones.

Este primer enfrentamiento, en 1981, fue el tema de conversación, el lunes por la noche, en la sede del Consejo de Ministros, entre el viceprimer ministro, Mieczyslaw Jagielski, y el presidente de Solidaridad, Lech Walesa.

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Las discusiones, que duraron casi cinco horas, fueron interrumpidas para que Lech Walesa pudiese ser recibido en audiencia por el cardenal primado de Polonia, Stefan Wyszynski.

Aunque no haya trascendido casi nada de estas conversaciones entre representantes gubernamentales y sindicales, fuentes fidedignas aseguran que el tema de los «sábados libres» ha sido ampliamente discutido.

El Gobierno ha propuesto introducir veintiséis sábados libres para este año, en vez de doce, como estaba inicialmente previsto. Anteriormente, el Gobierno había propuesto aplicar la semana de cinco días. Para Solidaridad este retroceso es inaceptable.

Ambas partes intentan llegar a un compromiso sobre este tema. La cuestión será examinada el miércoles por el órgano supremo de Solidaridad, la Comisión Nacional, que se reunirá en Gdansk para definir su política de cara a los problemas pendientes: nuevos convenios colectivos, legalización de Solidaridad Rural, liberación de los presos encarcelados por delito de opinión y reparto del patrimonio de los antiguos sindicatos oficiales.

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