Estadísticos en desacuerdo con Rosón sobre los errores del censo

La inflación del censo electoral gallego no pudo, en ningún caso, llegar a las cotas del 30% que señaló el ministro del Interior, según indicaron a EL PAIS fuentes competentes de la estadística oficial, que se mostraron sorprendidas por el hecho de que la afirmación del ministro Juan José Rosón no haya sido debidamente puntualizada.Según versiones dignas de crédito, algunos delegados provinciales del Instituto Nacional de Estadística se mostraron incluso molestos porque el ministro del Interior haya querido descargar sobre una supuesta inflación censal los desajustes electorales que ya se preveían en los días anteriores al referéndum gallego.

Algunos técnicos de estadística afirman que Galicia puede sufrir actualmente determinadas irregularidades en su censo (dobles registros, bajas y altas mal o poco relacionadas con la realidad), en grado no extraordinariamente superior a otras partes del Estado, pero que en ningún caso podrán significar una inflación equivalente al 30% señalado por el ministro. Por el contrario, un porcentaje de inflación del 10% podría ser el máximo real, según estas fuentes.

La sorpresa de algunos sectores de la estadística oficial gallega se refiere también a las protestas levantadas por los partidos políticos, después de las palabras del ministro Rosón. «Los censos se hacen públicos cada vez que se va a celebrar una consulta electoral», recordó a EL PAIS un funcionario de estadística, «y cabría esperar de los partidos, más aún que del ciudadano a nivel particular, cabría esperar que se preocupasen por vigilar si el censo contiene graves desnaturalizaciones, que podrían denunciar a su debido tiempo. No basta con que protesten cuando ya la cuestión se hace evidente».

Igual grado de culpabilidad fue atribuida a la administración municipal, «en la que, tanto antes de la democratización como ahora mismo, sigue sin haber una verdadera conciencia estadística y los padrones de los ayuntamientos se confeccionan más en virtud de determinados intereses que en función de prestar un servicio público de información real al Estado».

En opinión de los estadísticos consultados por EL PAIS, «es de desear que el próximo censo de cada diez años, que se van a realizar muy pronto, pueda servir para situar la cuestión electoral de Galicia en sus verdaderas coordenadas».