Hacia la confederación de Estados saharianos
El 28 de septiembre pasado, el coronel Muamar el Gadafi afirmaba: «Chad forma parte del espacio vital libio». El 15 de diciembre, las tropas libias -enmascaradas bajo la denominación de «consejeros técnicos»- conquistaban la capital chadiana, Yamena, expulsando a los contingentes de las Fuerzas Armadas del Norte (FAN), de Hissen Habré. (...)Los diez países africanos «concernidos» por el conflicto chadiano (Senegal, Guinea-Conakry, Sudán, Centroáfrica, Camerún, Congo, Togo, Nigeria, Benin y Libia) han finalizado hace poco una reunión en Lagos (Nigeria) sin lograr un acuerdo en torno al conflicto de Chad. Los países no consiguieron ponerse de acuerdo ni siquiera en una tibia declaración final. Entre otras razones, porque para Libia la diplomacia del fusil es mucho más expeditiva y útil que la de la chistera.
Para nada han servido hasta ahora las tímidas advertencias francesas a Libia sobre su participación en la guerra de Chad. ( ... )
Ante los hechos consumados, los países africanos y europeos parecen haber replegado velas. Gadafi está instalado ya en Yamena, en las orillas del Chari puerta del Africa negra. Y su «Ejército del Sahel», formado por nigerianos, malianos, senegaleses, tubus y libios, ha superado las primeras pruebas con facilidad. Se trata para el iluminado coronel libio de la primera etapa de la construcción de la «Gran Confederación de Estados Saharianos», que iría desde el Atlántico hasta el mar Rojo.
31 de diciembre
