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Referéndum de autonomía de Galicia

Sólo el 20,80% de los gallegos convocados a las urnas el domingo dijeron "sí" al Estatuto

El Estatuto de Autonomía para Galicia fue refrendado el domingo por un escaso número de electores, que hicieron buenos los pronósticos anunciadores de un alto índice de abstención. De un total de 2.173.629 personas con derecho a voto, solamente acudieron a las urnas 612.528, es decir, el 28,17%, a pesar de que las condiciones climatológicas fueron favorables. La abstención registrada- fue del 71,82%, la más alta de las últimas consultas. En suma, sólo un 20,80% de electores gallegos -452.230 sobre 2.173.480 de censo- ha dado su voto afirmativo al Estatuto de Autonomía.

ENVIADO ESPECIAL, Los votos afirmativos supusieron el 73,31 % de los sufragios emitidos, mientras que los negativos llegaron al 19,82%. Se contabilizó, además, un 4,65% de votos en blanco y un 2,19% de papeletas nulas. Entre estas últimas algunas corresponden a una actitud intencionada de las minorías de la extrema derecha, que escribieron en las hojas de voto expresiones como «Arriba España», «Viva España», y otras.Inmediatamente después de conocerse los resultados resurgió la beligerancia entre los diversos partidos gallegos. UCD y PSOE han dicho por separado que el les pertenece, mientras que el no parece corresponder a los nacionalistas de izquierda más que a las fuerzas de la derecha radical, aunque hay zonas en las que el voto derechista puede contabilizarse como son las ciudades de El Ferrol y La Coruña, y algunos municipios con alcalde de Alianza Popular, como es el caso de A Pontenova (Lugo), circunscripción en la que se registró la abstención más alta de toda Galicia, el 95,28%, y una votación negativa del 46,78% contra un 23,39% solamente de síes.

Ante los resultados poco halagüeños que se fueron conociendo del plebiscito, ningún alto responsable del partido del Gobierno decidió dar la cara en la noche triste y tensa que se vivió en la sede de la Junta de Galicia, en Santiago de Compostela, lugar donde se centralizó la información de la consulta. El ministro Pío Cabanillas regresó a Madrid la misma tarde del domingo, después de almorzar en Santiago dirigentes gallegos de UCD y tras haber declarado, a punto de coger el avión, que «a menor tensión, más abstención».

Los centristas, ausentes

Tampoco acudieron a la recepción nocturna de la Junta los presidentes de UCD de La Coruña, José Luis Meilán, de Lugo, Antonio Rosón y de Pontevedra, Jesús Sancho Rof. El presidente del organismo preautonómico, José Quiroga, hizo dos breves apariciones para ofrecer algunos datos y para manifestar que no puede desprenderse de los resultados que el Gobierno vaya a frenar los procesos autonómicos.

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Actuó como portavoz de UCD Miguel Sanmartín para manifestar que carecen de fundamento las acusaciones sobre la inhibición de su partido durante la campaña del referéndum. El secretario general de los centristas gallegos agregó: «Nuestro esfuerzo ha valido diez veces más que los de los otros partidos. Hemos movilizado una estructura de 10.800 personas». Considera este dirigente que los resultados del referéndum obligan a los partidos a hacer una profunda reflexión ante las elecciones al Parlamento autónomo cuya celebración se prevé para junio del año próximo, «porque o hemos trabajado los políticos con nuestros planteamientos o no hemos sabido motivar adecuadamente al pueblo».

El mismo tono de autocrítica empleó el secretario general de los socialistas gallegos, Francisco Vázquez, quien manifestaba a la una y media de la madrugada de ayer, en la sede de la Junta, que «la abstención ha ensombrecido el acceso de Galicia a la autonomía», y expresó su confianza en que los resultados del referéndum no sean utilizados por el Gobierno para frenar la autonomía gallega y las de otros pueblos de España. «La abstención», añadió, «no ha sido sólo técnica, ha habido también un reflejo del malestar que sienten muchas personas ante la actual situación política». Los socialistas acusan a UCD de no haberse empleado a fondo durante la campaña del referéndum en base a que en las zonas costeras, donde los alcaldes de izquierda y nacionalistas son numerosos, la participación a sido superior a la registrada en las provincias de Lugo y Orense, demarcaciones donde los centristas ejercen un fuerte control.

Acusaciones del PSOE

Ceferino Díaz, vicesecretario general del PSOE gallego, comentó a su vez que UCD hizo todo lo posible para que el Estatuto no saliese con un fuerte respaldo popular, «aún no renunció a hacer de la autonomía gallega la primera de las de segunda». Para este portavoz, la autonomía gallega ha nacido con unos márgenes de esperanza y como un reto para las fuerzas autonomistas, «que deberán entusiasmar a un pueblo que está desencantado».

Los galleguistas también atribuyen el alto grado de abstención a la política seguida por UCD en Galicia. «Tenemos datos», precisó Luis Sobrado, secretario general del Partido Galleguista, «de que en Orense algún dirigente de UCD ha propugnado la abstención».

La escasa participación ha sido también comentada por los responsables de otros partidos interesados en la consulta. Así, Anxel Lezama, del Partido Comunista de Galicia, estima que constituirá un serio obstáculo a la hora de negociar con el Gobierno. Para un dirigente de Alianza Popular gallega, las votaciones del domingo no reflejan que el pueblo no crea en la autonomía sino que desconfía de los políticos que deben llevarla adelante.

Los partidos nacionalistas que propugnaban el no, fundamentalmente Bloque Nacional Popular Galego (BNPG) y Partido Socialista Gallego (PSG), han mostrado su satisfacción por el alto porcentaje que han conseguido sus planteamientos. Concretamente el alcalde de La Coruña, Domingo Merino, miembro del PSG, aprecia que ahora los partidos que apoyaron el sí son minoritarios.

Posibles divisiones

Aunque los líderes políticos han dado respuestas contemporizadoras, lo cierto es que los resultados del referéndum constituyen un motivo de honda preocupación entre los responsables regionales de los partidos mayoritarios. La noche del domingo llegó a hablarse de que el presidente de la Junta, José Quiroga, abandonaba su cargo y que el presidente de UCD de Lugo, Antonio Rosón, dejaba la política ante los deficientes resultados obtenidos en su provincia. Ambas retiradas serían posteriormente desmentidas.

A tenor de los resultados y de los constantes ataques que ha recibido UCD durante la campaña, algunos miembros de este partido se preguntaban anoche si ha merecido la pena acceder a reformar el Estatuto y haber esperado a pactar con otras fuerzas políticas. Argumento éste que justifican en base a la encuesta realizada a primeros de septiembre por lcsa Gallup para la Junta y que pronosticaba un porcentaje de participación del 39% antes de que se formalizase el «pacto del hostal».

Algunos parlamentarios centristas y socialistas apreciaban también que con tan poco respaldo popular las negociaciones con Madrid se presentan difíciles. Negociaciones que no se circunscriben a la autonomía, sino también a las relaciones con los dirigentes estatales de sus respectivos partidos.

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