Avilés, a favor de la declaración de zona contaminada, siempre que se mantenga el nivel de empleo

El pleno del Ayuntamiento, de mayoría de izquierda, ratificó -en contra del criterio de UCD- la solicitud de declarar a Avilés zona contaminada, condicionada al mantenimiento de los actuales puestos de trabajo y de la candidatura de Ensidesa para la ubicación del tren de bandas en caliente que le disputa Altos Hornos del Mediterráneo, de Sagunto.Con este acuerdo, promovido por una moción socialista, se trata de evitar que la declaración de «zona contaminada» sirva de pretexto para una drástica reducción de plantilla en Ensidesa. Al respecto, el alcalde José Manuel Ponga, del PSOE, manifestó recientemente a EL PAÍS: «Seguimos estando totalmente a favor de la declaración de Avilés como zona de atmósfera contaminada. Sin embargo, ante la urgencia demostrada en las últimas semanas por la Administración central, en contraste con su anterior pasividad, por agilizar la protección ambiental de nuestro municipio, tememos que se trate de una operación del Gobierno que lleve aparejado el despido de miles de trabajadores de Ensidesa».

La moción, aprobada con los votos de socialistas y comunistas, plantea la declaración de zona contaminada junto con otras importantes exigencias, tales como la aceleración del plan de reestructuración de la industria siderúrgica, la creación de nuevas instalaciones destinadas a mantener el nivel actual de empleo, que se verá reducido por el cierre de los focos contaminantes; las industrias responsables de la contaminación deben hacer frente al coste de las expropiaciones necesarial, para la creación de un cinturón ambiental en la zona de Valliniello, la más afectada, así como satisfacer al Ayuntamiento un canon o tasa específica, al objeto de dotar el centro de análisis municipal de los medios adecuados para ejercer las funciones que atribuyen las leyes a la Corporación.

El Ayuntamiento solicita además la elaboración de un plan de emergencia y la promulgación de una nueva ley de medio ambiente.

A finales del pasado mes de noviembre, el Ayuntamiento paralizó temporalmente la declaración de Avilés como zona contaminada (EL PAÍS, 29-11-1980), justamente cuando su solicitud iba a ser estudiada por la Comisión Interministerial de Medio Ambiente (CIMA). Las primeras dudas surgieron a partir de un informe del Ministerio de Industria, según el cual dicha declaración tendría consecuencias muy graves en el ámbito laboral.