Emocionante regreso de los pescadores liberados por el Frente Polisario

Viene de primera página

Ernesto Guimerans, del Garmomar, afirmó que se encontraba muy bien y que el Gobierno español no había actuado con suficiente firmeza en los primeros momentos, mientras Juan Garrido, único tripulante del Cabo Juby II, prefirió no opinar sobre la gestión de las autoridades españolas, pero dijo que había sufrido mucho durante el largo cautiverio. La mayor parte de los pescadores opinaron que los pasos dados por el Gobierno en los últimos días podían haberse llevado a cabo antes.

Los 36 pescadores vestían ropas nuevas, pero traían consigo las darra (túnicas saharauis) utilizadas durante el cautiverio en los campamentos del Polisario. Luis Alvarez, rnarinero del Costa de Terranova, narró así el momento en que les comunicaron que iban a ponerles en libertad:

«Estábamos jugando al parchís cuando otro compañero nos dijo que hablaban por la radio de nosotros. Le dije que se dejara de bromas pesadas, pero el jefe del campamento nos indicó que nos afeitáramos, que nos veníamos a España. Desde allí nos trasladaron a otro campamento, donde pasamos la noche, y de allí nos llevaron al sitio de espera donde nos recogió el enviado del Gobierno. En coches fuimos a Tinduf, y a las siete salimos en dos Fokker hacia Argel. Allí tomamos el avión en el que hemos venido a Madrid».

Las escenas del encuentro con los familiares revistieron una especial emoción. En presencia de las autoridades, los pescadores se abrazaron a sus esposas o hijos, mientras unos y otros gritaban sus nombres y se buscaban conforme iban entrando en la sala de autoridades. Algunas mujeres sufrieron desmayos, y el representante del Apostolado del Mar, el sacerdote Hernández Francés, tuvo que intervenir para calmar los nervios desatados tras la larga espera. Poco antes de la llegada del avión, varios familiares habían sufrido ya ataques de histeria, y un hombre de unos, 45 años sufrió un ataque epiléptico. Los familiares llevaban veinticuatro horas esperando la llegada de los pescadores.

Durante todo el día de ayer se sucedieron noticias confusas sobre la inminente vuelta de los pescadores a Madrid. Hasta última hora de la tarde no se tuvo seguridad de que los liberados se dirigían a Argel. El avión de Aviaco, fletado por el Gobierno español para traer a los pescadores, se encontraba en Argel desde el miércoles, día en que se firmó el comunicado entre el Gobierno español y el Frente Polisario.

Mientras esperaba en Barajas la llegada de los pescadores, Robles Piquer manifestó que la única novedad que se contenía en el comunicado suscrito con el Polisario era la firma del Gobierno español, y que se había conseguido el objetivo deseado, que era la liberación de los secuestrados.

Al cierre de esta edición, la mayor parte de los pescadores y sus familiares viajaban a Las Palmas de Gran Canaria en el mismo avión que les había traído a Madrid, según informó el presidente de Aviaco, Lorenzo Olarte, a los periodistas que se quedaron en el aeropuerto.

Siete pescadores gallegos y otro de Huelva se quedaron a pernoctar en Madrid.