El democristiano José Napoleón Duarte, nuevo presidente de El Salvador

El ingeniero José Napoleón Duarte, líder del sector más derechista del Partido Demócrata Cristiano salvadoreño, asumirá la presidencia del país tras la disolución de la Junta, cuyos cinco miembros desempeñaban colegiadamente la máxima magistratura de la nación desde el golpe de Estado que derribó al general Humberto Romero el 15 de octubre del pasado año. El coronel Jaime Abdul Gutiérrez, que representaba en la Junta al sector conservador de las Fuerzas Armadas, hoy en mayoría, será designado vicepresidente.

El democristiano Morales Ehrlich y el independiente Avalos Navarrete, que también formaban parte de la Junta, serán nombrados ministros de Estado. El coronel Majano, eje central de esta crisis, queda definitivamente al margen del Gobierno, tras rechazar la oferta de la agregaduría militar en Madrid.Este nuevo organigrama del poder ejecutivo es fruto de las negociaciones mantenidas a lo largo de la semana entre representantes de las Fuerzas Armadas y el Partido Demócrata Cristiano. El asesinato de los líderes del Frente Democrático Revolucionario y, sobre todo, el crimen de las cuatro monjas norteamericanas, movió a la democracia cristiana a exigir de las Fuerzas Armadas medidas drásticas contra la ultraderecha infiltrada en el propio Ejército.

Entre las condiciones de los democristianos para seguir formando parte del Gobierno figuraba la destitución de los coroneles García y Carranza, ministro y subsecretario de Defensa, respectivamente. El coronel Jaime Abdul Gutiérrez, confirmado como comandante supremo de las Fuerzas Armadas en una votación celebrada el 6 de diciembre entre la oficialidad, se habría negado a estos cambios y, como toda alternativa, ofreció la sustitución de la Junta por un presidente civil en la persona de Duarte (véase EL PAIS del 10 de diciembre).

Oposición en la DC

Esta solución, que parece haberse impuesto finalmente, contaba con la oposición de amplios sectores del Partido Demócrata Cristiano, que consideraban que no se alteraba en nada el manejo del poder militar por parte de los sectores ultraderechistas y en cambio comprometía aún más al partido en la política represiva del régimen. Entre los cambios que ahora se anuncian no figura, efectivamente, la sustitución de estos dos responsables de Defensa.

El embajador norteamericano Robert White habría visto con buenos ojos hace algunos meses el ascenso de Duarte a la presidencia, pero el papel del dirigente democristiano habría disminuido estas últimas semanas.

La cuarta, y hasta ahora última crisis de gobierno tras el golpe, se inició el pasado mes de septiembre, con una orden del ministro de Defensa, coronel Garcia, que desplazaba de los puestos importantes del ejército a los partidarios del coronel del Majano. Aunque éste no aceptó la orden y hubo momentos en que incluso se temió por un enfrentamiento armado entre los dos sectores castrenses, a partir de este momento su papel en la Junta fue prácticamente nulo.

La crisis se agudizó tras el atentado de que fue objeto el propio Majano y los recientes asesinatos de los líderes del FDR y de las cuatro religiosas norteamericanas. Los sectores derechistas del Ejército no han dudado en acusar a Majano de ser un infiltrado del FDR para apartarlo definitivamente del poder.

José Napoleón Duarte, el hombre elegido por los militares para dar una fachada civil al régimen, es el actual presidente de la Organización Demócrata Cristiana de Latinoamérica. De ideología netamente conservadora, considerado como un político ambicioso y hábil maniobrero, fue candidato presidencial en las elecciones de 1972 por la Unión Nacional Opositora. Según todas las informaciones disponibles, fue el candidato que obtuvo mayor número de votos, aunque un fraude electoral concedió el triunfo al coronel Morales. Exiliado desde entonces en Venezuela, no regresó al país hasta después del golpe del 15 de octubre.