_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Hacia una estategia global para el el País Vasco

La visita del presidente Suárez al País Vasco demuestra que es imprescindible diseñar una estrategia global del Estado para esta comunidad autónoma. Las actividades y los representantes del Estado tienen que salir del foso en que se habían ido encerrando progresivamente y esforzarse por recuperar el pulso de la normalidad.Las sucesivas batidas del terrorismo han sembrado el amedrentamiento y aquí empezaba a respirarse en algunos sectores oficiales el mismo ambiente que en el Sahara durante las vísperas de la operación golondrina, en que concluyó la evacuación del territorio.

Abraham Guillén -el primer teórico, y no sólo teórico, español en guerra revolucionaria- ha escrito con acierto que quien gane o pierda a la población gana o pierde la guerra porque estas confrontaciones no se deciden sólo por las armas, sino por la conquista de la población. Pues bien, es en este terreno decisivo donde ETA está empezando a perder la batalla.

Más información
Suárez se afianza en el ejecutivo de UCD, frente a democristianos y liberales

La reunión del Gobierno autónomo vasco que la misma tarde del viernes presidió Carlos Garaikoetxea en Vítoria se dedicó al análisis ponderado de la visita del presidente Suárez. El lendakari compareció gravemente disgustado por las piruetas contestatarias del líder peneuvista Javier Arzallus, que patrocinó el paro de los concejales de 108 ayuntamientos. Garaikoetxea mantuvo firmemente que se trataba de una maniobra para debilitarle en una circunstancia muy delicada y ante un interlocutor de primerísimo rango.

En cuanto a la tregua terrorista de esos días, el Gobierno autónomo interpretó que la rama poli-mili pasa por un momento de desconcierto y reconsideración y que la rama mili no pudo actuar por el perfecto despliegue de seguridad llevado a cabo durante la visita presidencial y los días que la precedieron.

Hay un dato reciente, silenciado cuando no tergiversado en la Prensa, que confirma la entrada en pérdida de la capacidad movilizadora exhibida otras veces por los extremistas abertzales: la huelga general convocada en Vizcaya el día 11 en solidaridad con la plantilla de Olarra. Véáse los convocantes: Asamblea de Delegados, Movimiento Comunista (MK), Partido del Trabajo (PT), Liga Comunista (LKI) y Herri Batasuna (HB) y las centrales sindicales CNT, LAB (sindicato abertzaie), SU, en suma, todo el complejo de la izquierda abertzale sin excepción. Compárese con los inapreciables resultados obtenidos. El consumo de energía a las once de la mañana de aquel día, según las compañías suministradoras, fue exactamente el de cualquier otra jornada e incluso en la conflictiva central de Lemóniz, con 5.000 obreros, tras la asamblea previa, el número de huelguistas ascendió a la cifra de cincuenta. Todo un fracaso imposible de constatar, sin embargo, por los lectores de Prensa y oyentes de radio.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

No sólo cuentan las armas

Si del ámbito laboral se pasa al familiar, hace unos años la fuga de un hijo para sumarse a las filas etarras era motivo de orgullo callado; ahora, es visto con desesperación y pesar. Mao Zedong, en su escrito sobre las tres etapas de la larga marcha, subraya que la teoría «de que las armas lo deciden todo» constituye una aproximación mecánica a la guerra. Por eso, defiende el punto de vista de que las armas son un factor importante, pero no el factor decisivo. Para el líder chino, «el duelo de fuerzas no es sólo un conflicto de poderes militares y políticos, sino también un duelo de poder y moral humanos».

Frente a los terroristas hacen falta, por consiguiente, combatientes autodisciplinados, convencidos de su misión, sacrificio y aspiración. Aqui no sirve nutrir las filas con hombres que se sientan burocratizados u oprimidos. Hay riesgos, declaraba un mando de las fuerzas de seguridad del Estado, que no se pagan.

Es imprescindible, señalaba una destacada autoridad en el País Vasco, acabar con el principio de que a Madrid hay que arrancarle las cosas con la reclamación airada y el apoyo a distancia de la violencia. El Gobierno tiene que atenerse a las previsiones constitucionales, considerarse obligado también por el Estatuto y anticiparse a darle puntual cumplimiento. Hay que abrir un camino de esperanza a la razón, como decía Marcelino Oreja a los periodistas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_