Los "grupos ciudadanos", base para defender el patrimonio artístico

Uno de los principales méritos de las Primeras Jornadas sobre el Patrimonio Histórico-Artístico, celebradas hasta el pasado domingo en Soria, fue haber hecho hincapié en el papel que en este terreno debían asumir las asociaciones y grupos culturales de base, como factores de concienciación popular del patrimonio, informa Jesús del Nozal. Las jornadas, organizadas por el Consejo General de Castilla-León, sirvieron de hecho como espacio de encuentro para los grupos que en Castilla y León están trabajando en la actualidad y que en Soria han puesto las bases para intercambiar experiencias y establecer fórmulas de colaboración permanente.

Estre los aspectos relacionados con la defenca del patrimonio abordados en Soria figuraron el expolio a que se ve sometida la herencia histórico- artística de la región, así como las colisiones que se producen entre los intentos de revitalización del mismo frente a normativas legales desajustadas. Especialistas franceses e italianos analizaron, por su parte, los nuevos modelos de tratamiento del patrimonio cultural de los pueblos.

Cincuenta ponencias

En estas primeras jornadas fue ron leídas más de cincuenta ponencias y comunicaciones. Todas ellas serán publicadas en breve, junto con las conclusiones elaboradas por los doce seminarios de trabajo constituidos al efecto. La mañana del último día de estas jornadas estuvo dedicada al tema de la participación ciudadana, cuestión capital si se tiene en cuenta que de ella parte la idea de la socialización de los bienes culturales del legado patrimonial. Para hacer efectiva esta tesis es preciso, se dijo en Soria, que se reeduque la conciencia ciudadana, de modo que pueda interpretar y asumir los valores culturales y artísticos de la tradición. Los grupos ciudadanos, dijo José Manuel García Verdugo, presidente del consejo regional, «se constituyen en la verdadera garantía sociológica del patrimonio».

Representantes de entes autonómicos -participaron, entre otros, vascos, navarros y aragoneses- coincidieron en subrayar la importancia de las jornadas y la originalidad de la iniciativa. Por otra parte, se deploró la ausencia de la Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas.