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Ruiz-Giménez presentó el libro "La Prensa y la calle"

Las amenazas a la libertad de expresión y el control por parte de los poderes públicos de la información se manifiestan ahora de una forma colateral, pero igualmente peligrosa, a las de los tiempos no lejanos de la censura y represión directa. Esta es una de las anticipaciones que figuran en el libro La Prensa y la calle, de Juan Luis Cebrián, que fue admitida por todos los participantes en un debate-coloquio celebrado ayer en la sede del Club Amigos de la Unesco, con motivo de la presentación del libro.En el acto, organizado por la Editorial Nuestra Cultura y por el Club de Amigos de la Unesco, participaron Joaquín Ruiz-Giménez, como moderador; César Alonso de los Ríos, director de la revista La Calle; Pedro Altares, periodista; Pedro J. Ramírez, director de Diario 16; el director de Nuestra Cultura, Luis Martínez Ros, y el director de EL PAIS y autor del libro, Juan Luis Cebrián. Tras la presentación «de este pequeño, pero gran libro, esencialmente provocativo», que hizo Joaquín Ruiz-Giménez, Juan Luis Cebrián explicó qué le había movido a escribirlo y a entregárselo precisamente a una editorial que había sufrido la censura por la publicación de El Libro Rojo del Cole, «la insolidaridad que se apreciaba en la defensa de los derechos humanos y la necesidad de esa solidaridad en unos momentos casi dramáticos de restricción a la libertad de expresión». La misma idea de solidaridad fue también recogida en lo que su parcela correspondía por el editor de Nuestra Cultura, Luis Martínez Ros.

El periodista Pedro Altares destacó, a su entender, en el libro de Juan Luis Cebrián «el análisis certero que hace de la actual situación por la que atraviesa la Prensa, con un elevado número de profesionales que todavía hacen el mismo periodismo que durante el franquismo y con unas serias apetencias del poder hacia la Prensa». «El libro», dijo Pedro Altares «anticipa el intento del control colateral que se pretende hacer de la Prensa, ya no sólo desde el Gobierno, sino también desde el resto de la clase política».

El director de Diario 16, Pedro J. Ramírez, señaló que Juan Luis Cebrián había dado en las claves del mundo del periodismo cuando hablaba de la legislación sobre Prensa, de las ayudas a la misma («no queremos que el Estado nos dé limosna, sino que nos deje en paz», dijo Pedro J. Ramírez) o sobre el acceso a la profesión, que debe hacerse a través de una pluralidad de vías. Juan Luis Cebrian reivindica implícitamente el celibato voluntario en política del periodista, condición que exige la sociedad al informador a cambio de sus inmunidades.

Por su parte, el director de La Calle, César Alonso de los Ríos, tras explicar que el libro era impensable hace quince años, «porque entonces no se podía escribir libremente», dijo que «La Prensa y la calle tiene el valor de la autoridad del autor y, es un alegato sobre los condicionamientos y la negación de la libertad de expresión».

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