Fracasó la pretensión de la izquierda de reducir las pensiones de los ex ministros
El Pleno del Congreso de los Diputados realizó en la sesión de la tarde de ayer en el debate de los Presupuestos una accidentada votación, que derivó en bronca entre UCD y la oposición, de las enmiendas de la izquierda que pretendían disminuir las indemnizaciones a los ex ministros y eliminar las pensiones actuales. Las enmiendas no prosperaron, a pesar de la abstención de Minoría Catalana, que normalmente apoya al Gobierno, y de siete diputados centristas, del ala progresista, que rompieron la disciplina de voto, mientras otros se ausentaban.
Se abstuvieron los centristas María Dolores Pelayo, Carmen Solano, Eduardo Moreno, Antonio Alfonso Quirós, María Teresa Revilla, César Martín Montes y José Luis Arte Moreno, en medio de grandes aplausos de la oposición. Mientras tanto, permanecía escondido al final del hemiciclo el también diputado centrista Carmelo Casaño. Los ex ministros de UCD Luis Gámir e Ignacio Camuñas habían abandonado la sala antes de votar, tras discutir con el también ex ministro Juan Rovira. Asimismo salió antes de votar el ex ministro Enrique Sánchez de León. PSA y PNV apoyaron a la izquierda, mientras Coalición Democrática se abstuvo, excepto Antonio de Senillosa y los ex ministros José María de Areilza y Alfonso Osorio, que no se pronunciaron.La votación se produjo con una gran tensión, en medio de abucheos de la oposición a los ex ministros que se levantaban para votar contra las enmiendas. El tipo de votación pública, levantándose, había sido solicitado por los socialistas, con apoyo comunista. El resultado final fue de 126 votos a favor de las enmiendas, 133 en contra y catorce abstenciones. Pasa a página 15
Retribuciones básicas y complementarias
El Gobierno impuso sus tesis sobre las retribuciones de los funcionarios
Antes de este debate se había aprobado el artículo 7, relativo a las retribuciones de los funcionarios, cuyo aumento se fija en un 12% en términos generales. Fue derrotada la enmienda de Coalición Democrática que había sido aprobada en comisión, por la cual este 12% de aumento se habría volcado casi completamente en las retribuciones básicas, mientras las complementarias permanecerían sin aumento.UCD introdujo una enmiendatransacional, que fue finalmente aprobada, y por la cual el aumento será del mismo orden para ambos tipos de retribuciones, si bien el aumento de las básicas será casi un punto mayor. Asimismo la pro puesta aprobada autoriza al Go bierno para modificar el régimen de retribuciones complementarias de modo quie se potencie el complemento de dedicación exclusiva de las distintas categorías de profesores. También se destina un fondo para corregir los desequilibrios existentes en las retribuciones complementarias de los diferentes colectivos de funcionarios.
José Luis Mellán dijo que la tesis de Coalición Democrática, apoyada por la izquierda, no era totalmente ventajosa, sino que supone que los funcionarios cobren menos el año próximo, ya que las retribuciones básicas sufren descuento por contribución a clases pasivas y mutualidad. También afirmó que sufriría recorte la dedicación exclusiva y con ello la asunción de responsabilídades que conllevan.
Alfonso Osorio replicó que un decreto ley de 1977 obliga a que los incrementos presupuestarios de sueldo se dediquen sobre todo a las retribuciones básicas, y que, ante ello, el Gobierno debe admitir estanorma y cumplirla, o derogarla. El socialista Francisco Ramos y el comunista Fernando Pérez Royo afirinaron que es claramente insuficiente el aumento de las retribuciones básicas propuesto por UCD. Ramos admitió que, con la tesis clue ellos defendían, tal vez los funcionarios cobrarán menos el año próximo, pero sostuvo que el deseo de éstos es siempre que suban las retribuciones básicas, porque sobre las complementarias no tienen control ni garantías. Por su parte, Pérez Royo afirmó que el Gobierno está tomando el pelo a los funcionarios, porque no tiene voluntad política de regular su situación.
El Grupo Socialista defendió otra enmienda para que las retribuciones de los funcionarios aumentasen en un 15% el próximo año, mientras los comunistas pedían un aumento del 15,5% Ambas propuestas fueron derrotadas.
En la misma sesión, el comunista Emérito Bono intentó sin éxito la aprobación de otras tres enmiendas sobre pensiones, por la primera de las cuales las pagas extras contarían junto a las retribuciones básicas para calcular la base de las pensiones de jubilación. La segunda enmienda pedía la elevación del mínimo anual a 325.210 pesetas, y la tercera fijaba un máximo mensual de 160.000. El centrista Jos Ramón Pin Arboledas afirmó que la admisión de estas enmiendas causarían una grave distorsión en el proyecto de presupuestos.
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