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PARLAMENTO

La izquierda denuncia inútilmente la escasez de las inversiones públicas

Ni una sola enmienda a la totalidad de las secciones presupuestarias debatidas ayer prosperó en el Pleno del Congreso, que estudia los Presupuestos Generales del Estado para 1981. En el clima general de la discusión se registró el cansancio de los diputados en la tercera jornada de trabajos, de diez de la mañana a diez de la noche -y a partir de ayer con sesiones nocturnas-, y sin que las críticas de la izquierda a la escasa inversión y a la falta de capacidad presupuestaria para atajar el paro y resolver los problemas del país se tradujeran nunca en la aceptación de sus propuestas.

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Las enmiendas a la totalidad fueron rechazadas con un margen en torno a los cincuenta votos. Los debates no ofrecieron grandes novedades sobre los registrados en la Comisión de Presupuestos, a excepción de la intervención final de cada uno de los ministros afectados por la sección a debate, antes de ser sometidas a votación las respectivas enmiendas.Las enmiendas socialista y comunista a la sección veinticinco, Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, dotado con 297.678 millones de pesetas, fue rechazada por 112 votos a favor, 156 en contra y trece abstenciones. Las enmiendas socialista y comunista a la sección veintiséis, Ministerio de Cultura, dotado con 25.933 millones de pesetas, registró 116 votos favorables, 173 en contra y tres abstenciones.

La última de las secciones discutidas por la mañana, la veintiocho, Ministerio de Universidades e Investigación, con una asignación de 58.884 millones de pesetas, fue aceptada en su totalidad, al rechazarse por 120 votos a favor, 166 en contra y cinco abstenciones sendas enmiendas socialista y comunista.

En materia de Sanidad y Seguridad Social, el socialista Donato Fuejo insistió en la necesidad de un mayor control sanitario sobre las aguas y denunció el fraude en los alimentos. Asimismo, el comunista Manuel Núñez criticó la situación de la asistencia social y la falta de coordinación entre los diversos organismos sanitarios.

El ministro de Sanidad y Seguridad Social, Alberto Oliart, recordó el ejemplar papel desempeñado por los médicos y, en relación al problema de la contaminación del pescado, señaló que se habían realizado previamente 135.000 pruebas para saber la cantidad de mercurio registrada. Manifestó también que el combate contra el fraude en los alimentos es competencia del Ministerio de Comercio. Aceptó la necesidad de una mejor coordinación, pero añadió que no se pueden mezclar partidas relativas a asistencia social con la moratoria de deudas a la Seguridad Social.

El continuismo con Ricardo de la Cierva pone Ios pelos de punta"

En el debate sobre la sección del Ministerio de Cultura, el socialista Rafael Ballesteros explicó la tesis socialista de que el ciudadano no permanezca en una actitud pasiva ante una cultura que sólo produce la elite de la sociedad. «Nosotros propugnamos una actividad cultural participativa, aunque sin dirigismo cultural », para lo cual, según dijo, son necesarias asignaciones presupuestarias más amplias, especialmente para bibliotecas populares.

El comunista Josep María Riera denunció el peligro de un presupuesto realizado por Ricardo de la Cierva y aplicado por su sucesor, Iñigo Cavero. Este continuismo «pone los pelos de punta», señaló. Denunció la falta de incrementos reales de inversión y de transferencias de capital destinadas a aumentar el patrimonio del Estado en las actividades culturales.

Por UCD, José Manuel García Margallo aseguró que en el programa centrista existían mayores posibilidades de participación cultural de los ciudadanos que en la alternativa socialista. Recordó que la política Cultural no sólo se realiza a través del Ministerio de Cultura, sino también a través de los de Educación y Universidades e Investigación. En todo caso, reconoció que el presupuesto para Cultura es insuficiente. Garantizó también que el paso de los Medios de Comunicación Social del Estado (MCSE) a la sociedad exige una ley.

El comunista Riera replicó que no parece serio, antes de que se elabore dicha ley, sacar partidas de la dotación destinada a los MCSE, y pidió una clarificación de UCI) sobre la materia. El diputado centrista contestó que tal clarificación existe desde el momento en que el programa de UCI) no considera misión del Estado regentar medios de comunicación social.

El debate sobre el presupuesto de Cultura lo cerró el ministro, Iñigo Cavero, quien manifestó que son lógicas las discrepancias sobre política cultural entre los diferentes partidos, sobre todo en cuanto a las prioridades, pero que también existen importantes coincidencias. Declaró que su departamento pretende una equidistancia entre el dirigismo cultural y la ausencia de todo tipo de intervención desde el Estado en esta materia. En cuanto al continuismo con Ricardo de la Cierva, señaló que al margen de los diferentes matices entre ambos ministros, a los dos les une el haber sido nombrados por el mismo presidente y deberse al programa de UCD. En todo caso, destacó las veintiocho modificaciones acepta das en la Comisión de Presupuestos sobre temas cencretos de su de partarnento.

La dotación para Universidades, "un aborto"

La discusión sobre la sección relativa a Universidades e Investigación la inició el socialista Alfonso Lazo, quien calificó de inexistente el presupuesto en esta materia, o, en todo caso, lo calificó de «un aborto». Dibujó el panorama de unas universidades paralizadas y deterioradas, del que consideró responsable al Gobierno. Propugnó un tratamiento de choque para solucionar esta situación. Comparó las 80.COO pesetas dedicadas por alumno y año en 1980 en nuestro país a las 400.000 pesetas dedicadas en Francia 600.000. en Alemania y 340.000 pesetas en Holanda al mismo fin.

En relación con la habitual excusa de inexistencia de recursos, Alfonso Lazo manifestó: «Nadie tiene derecho a decir que no hay dinero para las universidades, cuando se destinan a los, colegios privados más fondos que a todas las universidades juntas». Añadió que si se aprueba la ley de Financiación de la Enseñanza, a los colegios privados les llegará más del doble del importe total destinado a Universidades e Investigación.

La comunista Eulalia Vintró manifestó que para el Gobierno la universidad es el furgón de cola en sus prioridades. «Así no se puede seguir exigiendo a un profesorado, que se encuentra en situación lamentable en los aspectos jurídico, laboral y económico». El centrista Luis Berenguer rechazó que pueda estimarse culpable de la situación universitaria a un Gobierno de UCD que lleva tres años en el poder. En cambio, estimó que el número de alumnos, que se ha centuplicado de 1960, a 1980, es una de las causas del problema. Negó que la solución pueda ser un sistema de becas generalizado y reconoció la insuficiencia del presupuesto, si bien declaró que los males de la universidad, más que con cifras, se podrán abordar con la aprobación de la ley de Autonomía Universitaria.

En turnos de réplica, el socialista Lazo contestó que si el Gobierno no es el culpable, es al menos el encubridor de la situación, que viene del franquismo, y la comunista Vintró dijo que en materia universitaria pueden. realizarse previsiones, ya que «los niños no nacen con dieciocho años, y el título de COU en el bolsillo».

Cerró el debate el ministro de Universidades e Investigación, Luis González Seara, quien desde su escaño recordó que no todas las partidas presupuestarias para la universidad se encuentran en la sección correspondiente, y añadió que el crecimiento de las dotaciones para universidades va por encima del incremento del índice del coste de la vida. Asimismo. destacó que en investigación se ha pasado en este Presupuesto de seiscientos millones de pesetas a 6.500 millones. Anunció que en el próximo curso los rectores podrán participar en un mejor estudio de la distribución del presupuesto.

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