Schmidt ve con optimismo el futuro de Alemania
El canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Schmidt, presentó ayer ante el pleno del Parlamento (Bundestag) una de las declaraciones de Gobierno más animosas, pero también menos imaginativas y menos entendidas en la historia de la RFA.A pesar de que la sala plenaria del Bundestag se hallaba a tope de diputados y de oyentes, el interés fue haciéndose escaso a medida que el canciller se aproximaba a la hora y 51 minutos que duró su intervención.
Helmut Schmidt resumió su análisis del programa de Gobierno como un «estímulo hacia el futuro». Para ello hizo un repaso de la sólida posición que ocupa la RFA en el concierto internacional a todos los niveles, desde el marco hasta los bajos índices de inflación y paro, pasando por el papel de creciente protagonismo que Alemania Occidental va representando en el mundo.
Schmidt cree que Ronald Reagan está abierto a la cooperación con los europeos, que el nuevo presidente norteamericano negociará con los soviéticos sobre armas estratégicas, que en la RFA se mantendrá la paz social y se afirmará el bienestar: «Mientras en otras partes del mundo los hombres se ocupan de problemas como la vida y la muerte, nosotros tratamos de resolver los nuestros, que son los del gasto y los ingresos», dijo el canciller para subrayar el carácter de isla de paz que caracteriza a la RFA en un mundo en crisis.
Schmidt dijo también que, precisamente en estos tiempos difíciles, no pueden cesar los contactos con la Unión Soviética ni la cooperación con la República Democrática Alemana, a la que recriminó sus últimas iniciativas contra la libertad de circulación de personas entre los dos Estados alemanes.
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