Un diputado católico puede entrar en el Gobierno polaco

Por primera vez en la historia de la República Popular de Polonia ha sido ofrecido un puesto en el Gobierno a un diputado Católico, Jerzi Ozdowski, parlamentario no inscrito, afiliado al círculo católico Znak y miembro del Consejo de Estado, declaró a la agencia AFP que el jefe del Gobierno le había propuesto el cargo de viceprimer ministro, encargado de asuntos sociales, y que había aceptado la oferta «bajo ciertas condiciones».

Estas condiciones, que Ozdowski no quiso precisar, están siendo objeto de negociaciones en el seno de la comisión mixta episcopado-Gobierno, reunida en un salón de la Dieta (Parlamento) polaca.Precisamente, en el orden del día de la sesión parlamentaria iniciada ayer figura un reajuste gubernamental. Los cambios propuestos serán anunciados hoy por el primer ministro.

En la primera jornada parlamentaria, el diputado no inscrito Jerzy Bukowski pidió la dimisión de los ministros de Agricultura e Industria Alimenticia, a quienes acusó de «incompetencia ». Esta intervención carece de precedentes en los anales parlamentarios de la Polonia socialista.

Mientras tanto, el viceprimer ministro Mieczyslaw Jaielsky, uno de los negociadores de los acuerdos de Gadanks, lanzó anoche un llamamiento «a la moderación y al trabajo», subrayando que Polonia se encuentra «en un estrecho camino» y que necesitaba, ante todo, «orden y calma».

El sindicato polaco Solidaridad, a través de sus afiliados en los astilleros navales Comuna de París, de Gidynia, ha expresado su «indignación» ante lo que entienden como una «provocación»: el nombramiento del controvertido Stanislav Kociolek como principal responsable del partido comunista (POUP) de Varsovia.

Los sindicalistas entienden que ello constituye «una ofensa a la población del litoral», donde se considera a Kociolek «corresponsable de un crimen de genocidio» durante los sucesos de junio de 1970, en los que doce trabajadores perdieron la vida en enfrentamientos con el Ejército, y a raíz de los cuales fue destituido el principal dirigente del partido, Wladilaw Gomulka. En aquel entonces, Kociolek era primer secretario.

Mientras en Polonia surge este nuevo foco de tensión, en París, el presidente Valéry Giscard d'Estaing recalcó ayer, que Polonia «debe encontrar por sí misma y por sí sola la respuesta a sus problemas», y el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Joseph Luns, recordó que este organismo «no ha sido creado para proteger a Polonia contra sus amigos».

En Bruselas, y ante la asamblea de parlamentarios de la OTAN, Joseph Luns dijo, saber que «la Unión Soviética está muy inquieta», pero recordó que la Alianza Atlántica «es una alianza defensiva».

Este recordatorio atlántico surge a raíz de que la cadena de televisión norteamericana CBS, citando un informe de los servicios secretos norteamericanos (CIA), asegurara, el miércoles, que la Unión Soviética ha perdido toda la confianza en el equipo dirigente de Polonia «y está dispuesta a intervenir militarmente si se considera necesario».

En el informe, que fue estudiado recientemente en una reunión del Consejo de Seguridad en la Casa Blanca, se afirma, según la CBS, que la Unión Soviética tiene que elegir entre «nombrar un nuevo equipo dirigente o intervenir militarmente».