Testimonio de los artistas plásticos españoles en pro de los derechos humanos

Organizada por la Cruz Roja, la sala Tiépolo presenta una magna exposición de artistas plásticos españoles en favor de los derechos humanos. Tápies y Chillida han realizado los carteles para esta muestra donde conviven más de doscientas obras, pertenecientes a todos los estilos y tendencias. El doctor González Mas, director del Centro de Derechos Humanos, analiza aquí las características y el alcance de este testimonio artístico.

El director del Centro de Derechos Humanos recalca desde el comienzo el enfoque simbólico de la exposición: «Como compensación de la fiesta de la banderita, en la que es preciso pedir dinero, aquí hemos querido ofrecer una recreación artística. Se trata de un símbolo eficaz, pues funciona como el grito de los artistas plásticos españoles en favor de los derechos humanos. Todos nos han dejado los cuadros por las buenas, sin siquiera pedrinos que asegurásemos sus obras. Y aquí no se vende nada. Para nosotros, el dinero no existe. Esa es la esencia de la Cruz Roja».Las obras han ido llegando a la sala Tiépolo bajo el brazo, en taxi y hasta en ambulancia: «Todos nos las han prestado sin el menor recelo, sin rechistar. Ha sido maravillosa, por ejemplo, la entrega de Sempere o Canogar. En toda España nuestra idea fue acogida con entusiasmo». Y el resultado es contundente: «Nadie ha puesto reparos, en contra de lo que suele ser costumbre, para convivir con compañeros del arte. Nadie ha exigido ordenación jerárquica. Hemos obtenido un hermoso espacio convivencial. Y la convivencia es la levadura para el desarrollo de la fraternidad entre los hombres».

Estas obras volverán al estudio de cada autor cuando acabe la muestra, a finales del presente mes: «Mientras tanto, el público podrá presenciar lo que engendra el talento de unos hombres que se muestran partidarios de la convivencia. Nosotros hemos invitado a todos los colegios municipales para que los niños acudan en masa a contemplar la exposición. Recibirán así una doble lección: de arte y de humanismo».

Cuenta el doctor González Mas con los intelectuales «para tejer símbolos constantes en favor de los derechos humanos». Y no limita su interés a la pintura: «Nos importa también mucho la colaboración de músicos y escritores. La prueba es que Luis de Pablo y Vicente Aleixandre nos han brindado una espléndida Catata. También Javier del Amo nos escribió un cuento».

Junto a obras de Miró, Tápies, Saura, Chillida, Canogar, Andrés Cillero, Bonifacio, Lucio Muñoz, Julio Antonio. José Luis Fajardo y tantos otros, el director del Centro de Derechos Humanos quiere dejar constancia de que esta exposición ha sido posible «gracias a la colaboración de Juana Mordó, del Ministerio de Cultura y de las cajas de ahorro».