Herri Batasuna y Euskadiko Ezkerra, instrumentos de ETA para alejar a la población del Gobierno

La actuación de las fuerzas de seguridad y el papel de los medios de comunicación en la lucha contra el terrorismo han sido los dos temas centrales abordados ayer en la conferencia que se celebra en Estrasburgo, a iniciativa de la asamblea de parlamentarios del Consejo de Europa, con el título de La defensa de la democracia contra el terrorismo en Europa.

Dos españoles, José Luis Fernández Dopico, jefe del gabinete de coordinación de la Dirección de la Seguridad del Estado, en representación del secretario de Estado para la Información, Francisco Laina, y Juan Tomás de Salas, presidente de la editora de Cambio 16 y Diario 16, tuvieron una participación activa en el desarrollo de ambos.El debate sobre la actuación de las fuerzas policiales se celebró sin presencia de la Prensa, por expreso deseo de los expertos gubernamentales asistentes a la conferencia, que quisieron de esta manera tener amplia libertad para exponer sus planteamientos. Para paliar un poco el secreto impuesto a la Prensa -de dudosa eficacia, por otra parte-, la presidencia de la conferencia patrocinó un encuentro entre los ponentes y los periodistas, en el que se echó en falta la presencia del representante español, Fernández Dopico.

Centrándose en el País Vasco, el informe de la Dirección de la Seguridad del Estado observa que, «contrariamente a otros movimientos subversivos históricos que surgen como el brazo armado de un partido político, en el País Vasco es el grupo terrorista ETA el que creó coaliciones de grupos colaterales: Herri Batasuna y Euskadiko Ezkerra, los cuales consiguieron dar apoyo popular a su lucha armada». Las coaliciones electorales son considerada s en la comunicación presentada por Laina como un medio utilizado por el terrorismo para alejar a la población del Gobierno.

Las medidas propuestas por el ponente español para activar la colaboración de la población con las fuerzas de seguridad en la lucha contra el terrorismo son la creación de una opinión pública favorable recurriendo a ideas básicas bien escogidas, tales como democracia, peligro de desestabilización y de pérdida de las libertades públicas, reavivar el sentimiento patriótico de la unidad de España en su pluralismo de nacionalidades, defensa de la Constitución y hacer lo posible porque la acción antiterrorista legal sea reconocida como tal, y, finalmente, insistir en la seguridad de los ciudadanos, preocupación común de toda la población.

El informe de la Dirección de la Seguridad del Estado, que reconoce expresamente que la lucha contra el terrorismo debe insertarse en el cuadro constitucional de cada país y respetar la Convención Europea de los Derechos Humanos, no ha dejado de insistir también en una idea que ha surgido en múltiples ocasiones en la conferencia: la utilización de los mecanismos democráticos en la lucha contra el terrorismo.

Beligerancia de la Prensa

El tema del papel de la Prensa en e! tratamiento del fenómeno terrorista fue tratado expresamente por el español Juan Tomás de Salas. El presidente de la editora de Cambio 16 y Diario 16 analizó las cuatro actitudes que, a su juicio, puede adoptar la Prensa frente al tema del terror: silencio absoluto, tratamiento insidioso favorable al terror, neutralidad y tratamiento agresivo o de choque, y se mostró favorable hacia esta última actitud. Juan Tomás de Salas dijo que el tratamiento agresivo de la Prensa está justificado por el nivel de gravedad que el terrorismo ha alcanzado y por la necesidad que la propia Prensa tiene de defenderse de los intentos de manipulación de los grupos terroristas. A su juicio, el tratamiento de choque debería proponerse los siguientes objetivos: aniquilar la imagen y el prestigio de los grupos terroristas, destrozar la coartada ideológica de estos grupos mediante una línea militante antiterrorista en los editoriales, plantarles caray disminuir la intensidad de su mensaje, pasando las noticias terroristas de la primera a la segunda página o a una sola columna. «En la sociedad española de hoy», concluyó Juan Tomás de Salas, «no es posible la impecable neutralidad de la Prensa ante el terror»