El renacimiento de las ciudades, campaña del Consejo de Europa durante doce meses

La campaña europea para el renacimiento de las ciudades, lanzada por el Consejo de Europa, tiene cinco objetivos genéricos: mejora de la calidad del entorno urbano, restauración de edificios, viviendas y barrios antiguos existentes; creación de actividades sociales, culturales y económicas; desarrollo de la participación comunitaria, y análisis del papel de los poderes locales. Durante la reunión de ministros y presidentes de: comités nacionales europeos para la ordenación territorial, celebrada en Londres durante los días 21 y 22 de octubre pasado, los presidentes de los comités nacionales llegaron a lan acuerdo sobre los objetivos generales de la campaña mencionada. Estos objetivos, que deberán ser contrastados finalmente en la reunión de la sexta conferencia, a celebrar en Madrid en 1982, son: despertar el interés público por el renacimiento de la ciudad, intercambiar experiencias y estudios entre países, impulsar las reflexiones y discusiones sobre la ciudad y promover la aplicación de la actual legislación encaminada a mejorar la vida urbana.Los responsables de la ordenación territorial ante el Consejo de Europa han determinado como puntos prioritarios de su actividad el asegurar el desarrollo socioeconómico equilibrado de las regiones, mejorar la calidad de vida de la población, administrarlos recursos naturales y proteger el medio ambiente.

Toda esta formulación de principios ha encontrado su respuesta, también teórica entre los responsables de la ordenación del territorio en España. Según Juan Díez Nicolás, subsecretario de Ordenacíón Territorial., «se van a celebrar en España una serie de seminarios y se lanzará una campaña de divulgación».

Aún más abstracta es la declaración de Jesús Sancho Rof, ministro de Obras Públicas y Urbanismo, quien ha afirmado que «el urbanismo tiene un papel fundamental en el proceso de construcción del Estado de las autonomías. La sociedad ha percibido que, de un modo decisivo, su armónico desarrollo es función del futuro de nuestras ciudades». Afirma Sancho Rof que la actividad de su departamento, en lo que a ordenación del territorio se refiere, debe centrarse en la mejora de la calidad del medio ambiente urbano, con adopción de medidas tendentes a la reducción del ruido y la contaminación, insistir en los mecanismos de renovación de edificios antiguos, crear equipamientos sociales, educativos, colectivos y cul-, turales, además de transportes, y participación de los ciudadanos en las grandes decisiones en materia de urbanismo.

La Conferencia Internacional sobre la Población y el Futuro Urbano, celebrada en Roma durante los primeros días del pasado mes de septiembre y patrocinada por la ONU, dio a conocer sus previsiones de cara a lo que será la población urbana en el mundo a principios del próximo siglo. Los asistentes a la conferencia coincidieron en señalar que el problema de crecimiento indiscriminado de las ciudades es común a todos los países. El punto dieciséis de las recomendaciones de la conferencia expone la necesidad de adoptar medidas para ofrecer alternativas a la emigración a las grandes ciudades.

«Deben renovarse los esfuerzos para asegurar definitivam ente un retroceso en el gigantismo de las grandes ciudades mediante una distribución más equilibrada de la industria, promoción de la planificación familiar en las áreas rurales y urbanas, de acuerdo con la política nacional de cada país, y un efectivo desarrollo de la salud, la educación y servicios sociales para la áreas rurales que puedan ser al menos comparables con los de las ciudades».

Un aspecto importante reseñado en Roma fue el de que, mientras las ciudades gigantes parecen ser las más afectadas por el problema, son, sin embargo, las ciudades medias y pequeñas, además de los núcleos rurales, los que verdaderamente sufren la escasez, comparativamente hablando, de la recepción de recursos nacionales.

Recomendaciones de la conferencia de Roma

El informe del comité internacional para la planificación metropolitana reúne en sus recomendaciones finales veinte puntos de reflexión, algunos de los cuales son los siguientes:- Todas las medidas para mejorar y desarrollar las condiciones urbanas deben estar basadas en la plena participación de las personas implicadas.

- Reconsiderar el presente sistema de propiedad de la tierra y propiedad inmobiliaria, el nivel de impuestos a la propiedad inmobiliaria, así como otros aspectos de la política urbana y examinar las perspectivas para la distribución y redistribución de la tierra.

- Es preferible mejorar las áreas de chabolas e infraviviendas que han crecido en áreas libres, antes que erradicar a sus habitantes.

- Debe alentarse la propiedad de la casa, total o parci.al, como medio de asegurar el rnanteni miento de la propiedad y para promover un sentimiento comunitario.

- Aplicar medidas sanitarias basadas en un equilibrio entre los recursos y las necesidades de la población.

- La planificación familiar juega un papel importante en la esta bilización de la población, y en particular, allí donde el alto creci miento natural ha contribuido al problema urbano.

- Los Gobiernos deberían devolver mayor proporción de sus ingresos por impuestos alas autoridades municipales.

- Las ciudades deberían diseñarse de tal modo que exista la mínima distancia entre el lugar de residencia y el de trabajo. En caso contrario deberían concederse subsidios para los transportes urbanos. - Debe reforzarse el Gobierno local, regionales o metropolitano, para que puedan aumentar los recursos de las ciudades.

- La planificación nacional y regional debe integrarse- con los planes municipales pára mejorar un desarrollo equilibrado y limitar la emigración.

- Es necesario desarrollar las ciudades medias y pequeñas para eliminar la emigración desde el campo a las ciudades superpobladas.

- Debería potenciarse el esfuerzo internacional para iricrementar los fondos de las Naciones Unidas y sus departamentos destinados al estudio de problemas urbanos y humanos.