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El día 12 habrá solución definitiva sobre el cierre o continuidad de Potasas de Navarra

Altos cargos del Instituto Nacional de Industria (INI) se reunirán el próximo día 12, en Madrid, con el equipo directivo de Potasas de Navarra, SA (PDN), para decidir de forma definitiva el futuro inmediato de la empresa. Según ha podido constatar EL PAÍS de fuentes solventes, de la entrevista saldrá una resolución del INI basada en una de las cuatro alternativas que ha preparado la empresa. Por el momento, parece descartada la posibilidad de un cierre inmediato, si bien, de reducirse sustancialmente las inversiones, Potasas de Navarra se vería obligada a cerrar sus instalaciones a medio plazo.

Para que Potasas de Navarra sea rentable se necesita que la plantilla, formada por 2.000 trabajadores, tome conciencia de la necesidad de producir más y de colaborar más estrechamente en el mantenimiento mecánico de las instalaciones, según han informado a este periódico medios próximos a la empresa. Según estas fuentes, PDN necesitaría producir mensualmente 30.000 toneladas de cloruro potásico, conocido en el mercado internacional bajo las siglas K20, en lugar de las 20.000 actuales, ya que el mercado de la potasa se encuentra en un momento óptimo: del año pasado a este, el precio por tonelada se ha duplicado de 7.000 pesetas ha pasado a 14.000, por lo que un aumento en la productividad supondría un cambio sustancial en la difícil situación económica de la sociedad.Sin embargo, el problema más grave de cuantos acucian a PDN son los altos costes financieros que soporta la empresa, como consecuencia de los créditos concertados con entidades bancarias para hacer frente cada año a los deficitarios resultados en los ejercicios. En los siete primeros meses de este año, PDN ha hecho frente a 588 millones de pesetas en concepto de intereses y amortizaciones de diversos créditos concertados con entidades bancarias, con el aval del INI, lo que supone una hipoteca permanente de la sociedad.

De esta forma, y frente a las pérdidas estimadas para 1980, que fueron cifradas por el INI en 850 millones, PDN ha perdido en los siete primeros meses del presente ejercicio novecientos millones de pesetas, que podrían llegar a los 1.500 millones a final de este año.

Atravesar la falla

De acuerdo con los planes de producción elaborados por PDN, que obran en poder del INI, la actual producción está asegurada hasta mediados de 1982. A partir de esta fecha, todo es una incógnita si no se inician en breve los correspondientes trabajos en una nueva zona en la que se considera que existe un importante yacimiento mineral. PDN cuenta con un estudio de superficie de esta zona elaborado por una empresa geofísica, que coincide con otro preparado por los técnicos de la propia empresa sobre la existencia de un importante yacimiento. Sin embargo, el problema radica en que para comprobar la veracidad de los informes hay que penetrar en la tierra y excavar dieciséis kilómetros de galerías, atravesando una importante falla que, por el momento, no permite conocer si existe o no el yacimiento detectado desde el exterior.Este programa de inversiones necesitaría ochocientos millones de pesetas para desarrollarse íntegramente y construir los dieciseis kilómetros previstos. No obstante, parece que el INI no está dispuesto a continuar con fuertes inversiones en una empresa que acumula pérdidas tan cuantiosas, por lo que es partidario de reducir esa cantidad a la mitad: cuatrocientos millones de pesetas.

Con este dinero únicamente se podrían realizar ocho kilómetros de galería, que equivaldrían en la práctica a enterrar el dinero sin ninguna productividad, ya que para atravesar la falla y comprobar la veracidad de los estudios son imprescindibles los dieciséis kilómetros de túneles y galerías.

No llevar a cabo la inversión de los ochocientos millones podría suponer el cierre a medio plazo de la empresa, ya que únicamente se conocen vetas explotables hasta mediados de 1982, según los planes previstos por PDN. Para iniciar otros planes de explotación, los técnicos de PDN consideran imprescindible que se investigue al otro lado de la falla.

Todos los sindicatos que concurren a las elecciones que se llevarán a cabo mañana en PDN confían en mejorar sensiblemente sus posiciones en una empresa en la que el movimiento obrero se ha caracterizado por su combatividad y su gran capacidad de resistencia.

Sin embargo, y según la información facilitada a EL PAÍS, estas elecciones sindicales cuentan con el ingrediente añadido de la violencia, al haber recibido algunos precandidatos, que pensaban concurrir como independientes, cartas de amenaza firmadas con las siglas de ETA (cuya veracidad no se ha podido comprobar) exigiendo su no presentación en las elecciones. Este dato, y el enfrentamiento dialéctico entre UGT (sindicato partidario de llevar a cabo en PDN un sindicalismo práctico) y la candidatura Unidad de Izquierda Sindical (formada por CC OO, SU, LAB e independiente, más ELA-STV y CSUT en el colegio de técnicos), que mantiene una postura más enérgica frente a la dirección de la empresa, van a ser dos importantes condicionantes en las elecciones de mañana.

Autoridades navarras con el presidente del INI

Por otra parte, el presidente del INI, José Miguel de la Rica. recibió ayer por la mañana a diversas personalidades navarras, para hablar sobre el posible cierre de la empresa Potasas de Navarra.Entre las personas que se entrevistaron con De la Rica cabe destacar el gobernador civil de Navarra, Francisco Javier Ansuategui, y el presidente de la Diputación foral, Juan Manuel Arza, que han estado conversando con el presidente del INI durante cerca de hora y media.

Aunque no ha trascendido el contenido de la reunión, fuentes bien informadas han señalado a Efe que el INI está decidido a cerrar Potasas de Navarra, ya que considera que es una empresa inviable y que el mantenimiento de sus pérdidas no está de acuerdo con las líneas marcadas en el plan estratégico del Instituto.

Los datos que ha manejado el INI para tomar la decisión de cortar las inversiones a Potasas se basan en lo que ellos mismos califican una «situación delicada» de la empresa, por cuatro razones: gran conflictividad laboral, dificultades técnicas de exploración, escasez de reservas y costes financieros excesivos.

Según datos del INI, durante el pasado año se registraron un total de veintinueve días de huelga, veinticinco de ellos con motivo de la negociación del convenio, que redujeron la producción prevista en un 15%. También se afirma que las últimas exploraciones han sido negativas y que se ha detectado un descenso en la calidad del mineral.

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