La población de Colmenar, contraria a que los militares compren la dehesa de Navalvillar
La posible pretensión del Ministerio de Defensa de comprar la dehesa de Navalvillar, en Colmenar Viejo -de una extensión de 1.100 hectáreas-, para una mayor utilización del campo de tiro allí existente, y la futura instalación en la zona de una división militar ha levantado una ola de rumores en el término municipal que ha hecho que el Ayuntamiento, con el que miembros del Ejército han establecido contactos preliminares, haya incluido el teina en el orden del día del pleno que se celebra hoy.
Los ganaderos cuyas reses pastan en los terrenos de la dehesa, considerada de alto valor ecológico, se muestran contrarios a la venta de los terrenos que son propiedad del municipio. Un informe ecológico elaborado a instancias de la Corporación municipal se muestra desfavorable a la utilización de los terrenos para pruebas militares. Fuentes castrenses consultadas por EL PAIS señalan, a su vez, que al Ejército no le interesa la compra.Lo que en tiempos de Felipe II era un bosque de encinas y robles, y que a medida que pasaban los tiempos se fue talando para utilizar la madera como combustible calorífico, es ahora una de las zonas verdes más preciadas de la provincia de Madrid. El historiador Félix Gómez y Pombo señalaba sobre estos terrenos: «Lugar especial merece la dehesa llamada de Navalvillar, segunda perla que tiene Colmenar Viejo, declarada boyal a instancias del Ayuntamiento en abril de 1888, quedando asegurada su excepción de venta desde esa fecha. Mide 1.100 hectáreas de terreno, todo de buena calidad; se halla surcada por varios arroyos, de los que el más importante es el de Tejada, y desde tiempo inmemorial viene destinándose al sostenimiento de ganado».
En un mapa elaborado por la Comisión de Planeamiento y Coordinación del Area Metropolitana de Madrid (Coplaco) se señala la dehesa como zona de esparcimiento con limitación de primer grado, es decir, de alto valor ecológico. Y el Plan Especial de Protección del Medio Físico de la provincia de Madrid la considera ecosistema íntegro. Por su parte, los ganaderos de la zona señalan que tanto la dehesa como las fincas colindantes al cerro de San Pedro, objetivo o blanco de las pruebas de tiro, son tierras de mucha agua, que no se agota por muy secos que sean los veranos y los otoños. Por esta razón, tanto las pequeñas llanuras como las laderas y montículos producen un pasto fino de excelente calidad, con profusión de berceo, planta que tiene una raíz profunda, verde en verano y muy eficaz como alimento de sostenimiento para el ganado.
Por los terrenos de la dehesa y las propiedades particulares adyacentes, en total unas 2.000 hectáreas, pasan muchas cabezas de ganado, tanto vacuno como lanar y caballar. Desde el 1 de noviembre de 1978 hasta el 30 de junio de 1980 han pastado en la zona unas 4.000 cabezas, una de las cabañas más importantes de la zona norte de la provincia, con un interesante suministro de leche y carne para la capital.
Utilización por el Ejército
A partir de 1940, el Ejército comienza a utilizar los terrenos como campo de tiro, y diez años más tarde, por un período de cincuenta años, se firma un contrato por el que los militares tienen. derecho a utilizar el campo por una cantidad anual de 12.000 pesetas. En 1960 se llega a un acuerdo para que una quincena de cada mes la dehesa pueda ser utilizada como campo de tiro y la otra quincena como terreno de pasto, al tiempo que se van actualizando las tarifas, y se llega a 1979, en el que se establece una cuota anual de 100.000 pesetas. Según las estimaciones municipales, su precio real sería de aproximadamente medio millón de pesetas anuales.A comienzos del pasado verano, el alcalde envía una carta al Ministerio de Defensa para preguntar por los planes que el Ejército tiene sobre los terrenos para un futuro próximo. En el pueblo se empieza a hablar de que la posible entrada de España en la OTAN podría hacer acariciar al Ejército la compra de los terrenos e instalar allí una nueva división. El Ministerio contesta en carta fechada el 4 de septiembre que su proyecto es actualizar y mantener las instalaciones, y señala que siente la necesidad de utilizar el.campo de tiro en todo momento, por lo que vería con interés iniciar gestiones para lograr un acuerdo satisfactorio para todos. Días más tarde, una representación militar visita al alcalde, el socialista Armando Jusdado, pero en la entrevista se habla solamente, sin mencionar una oferta por escrito, de una posible compra.
Mientras tanto, a la vista de los intereses que se vislumbran sobre la zona, y ante la petición de un grupo de concejales de que se habilitase como parque, el Ayuntamiento encarga un estudio ecológico sobre la dehesa. En sus conclusiones, el informe ratifica las excelencias ecológicas de los terrenos y señala que lo más conveniente es que sigan siendo utilizados como pastizales y establece una escala de cuatro puntos en la que se indica, de mejor a peor, la utilizacion como pastizal, parque sin infraestructura, parque con infraestructura y campo de tiro.
La Corporación quiere más detalles
«Todavía no veo claro el tema», señaló a EL PAIS el alcalde Armando Jusdado, que piensa que «lo mejor es que nos lo aclaren. Y creo que en el pleno (que se celebra hoy, viernes) la Corporación se inclinará por que se nos explique con detalle lo que se pretende. Hasta ahora, lo que hay es inconcreción y no sé dónde puede ir a parar todo esto». «Hay una nube en el horizonte y no sabemos si se disipará o caerá una tormenta», añadió.Por el pueblo ya se habla de expropiación, de que ya lo va a ocupar el Ejército, de que todo está hecho. Se dice que en Guadalix de la Sierra, población situada tras el cerro de San Pedro, a veces llueven proyectiles, como hace días en Moralzarzal, Se habla de una decena de muertos al pisar o manipular bombas no recogidas, a pesar del compromiso de hacerlo por parte de los militares. Se habla, en fin, de incendios y peligros, por lo que no ven con buenos ojos la posible compra.
Por su parte, fuentes militares consultadas por este periódico señalaban ayer que al Ejército no le interesa la compra, pues tiene un compromiso con el Ayuntamiento para utilizarlo y lo hace en pocas-ocasiones. Sobre los terrenos, indican dichas fuentes, existe un pasilloaéreo de acceso a Barajas, por loque sería imposible utilizarlos como campo de tiro a gran escala.
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