Enfrentamiento de doce países en tomo a la "libertad mundial de Prensa"
Una comisión de doce países intenta reconciliar en Belgrado los diferentes puntos de vista respecto al informe Mac Bride, elaborado por un comisión de dieciséis personas de heterogénea procedencia que, tras trabajar durante cuatro años en el problema de la comunicación-información mundial, ha visto sometido su trabajo a la sesión anual. de la Conferencia General de la Unesco. El informe presenta un desequilibrio informativo en detrimento de los países del Tercer Mundo, más receptores del acontecer mundial que sujetos de interés para el mundo en desarrollo, y critica en algunas de sus partes la concentración monopolística de las redes y medios de información en manos de los ricos del mundo.La libertad de Prensa ha sido defendida sobre todo por los países occidentales, sin que nadie la haya atacado explícitamente. Países en desarrollo, Estados occidentales y países socialistas europeos intentar hacer prevalecer sus respectivos juicios sobre un informe de casi cuatrocientas páginas que pocos han leído y muchos enfocan a través del breve informe-resumen que el secretario general de la Unesco ha elaborado sobre el libro de Mac Bride y sus otros dieciséis firmantes, donde hay desde novelistas, como García Márquez, hasta ex directores de la agencia Tass, pasando por profesores norteamericanos.
Según fuentes de la conferencia, las opiniones están demasiado divididas como para que la comisión conciliatoria tenga una tarea fácil. Los países occidentales insisten en que en el informe Mac Bride se esconden gérmenes de supremacía estatal sobre la libertad mundial de Prensa. Sean Mac Bride, ese combativo irlandés nacido en 1904, y que tras fundar el partido republicano de su país dirigió la política exterior irlandesa entre los años 1948 y 1951, concluye su carrera política con este informe. Insiste en dos conceptos: libertad de Prensa y responsabilidad del periodista.
El senegalés Amadou Malitar M'Bow, secretario general de la Unesco, dice en su informe sobre el informe Mac Bride que «el problema de las relaciones entre los derechos soberanos de una nación y los derechos de los ciudadanos a comunicar o los derechos de los periodistas a indagar, quedan sujetos a controversias, así como las cuestiones relativas a la deontología profesional y determinados aspectos de la protección a los periodistas».
La Unesco, a través de su secretario general, tampoco se pronuncia en el informe sobre «los riesgos que podría ocasionar una concentración de los medios».
La Federación Latinoamericana de Trabajadores de la Prensa va más lejos que el informe Mac Bride, y en un documento que distribuyó, habla de una «situación imperialista en cuanto a reparto de frecuencias de radio y órbitas de satélites». España participa en esta sesión de los puntos de vista occidentales, haciendo hincapié en la necesidad de preservar una libertad de Prensa total, pero reconociendo un desequilibrio en el flujo de noticias con los países en desarrollo.
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