El sínodo renueva la condena de la "Humanae vitae" sobre anticonceptivos

El sínodo de obispos reunido en Roma dirá no a la píldora y a cualquier otro método de control «artificial» de nacimientos. Ha quedado claro ayer durante la conferencia celebrada en el Vaticano ante la Prensa internacional. Participaron el cardenal Juan Landazuri, arzobispo de Lima en Perú; el arzobispo de Milán; el jesuita Carlo Martini, ex rector de la Gregoriana y uno de los mayores biblistas actuales, y el obispo indiano Patrick d'Souza.

Primero en su relación introductiva y después en las respuestas dadas a los numerosos periodistas presentes, el arzobispo de Milán declaró que en el sínodo ha quedado clara «la aceptación unánime y explícita de la doctrina de la encíclica de Pablo VI Humane vitae, que prohíbe a los católicos todo tipo de anticonceptivos que no sean «naturales», y desmintió a aquella Prensa que habló de divergencia en este punto entre los padres sinodales.El periodista del diario comunista L'Unita le preguntó que entonces por qué tantos obispos habían insistido sobre la necesidad de profundizar la encíclica de Pablo VI, a lo cual el jesuita Martini respondió que se había tratado sólo de ayudar a los católicos a conocer mejor los argumentos de prueba de la encíclica y no de cambiarla. Por lo que se refiere a los millones de católicos y muchas veces de «católicos llenos de fe», como había dicho en el aula del sínodo el arzobispo de Westminster, cardenal Hume, que en conciencia no puedan aceptar como deshonestos los métodos artificiales de control de natalidad, el arzobispo de Milán respondió que la actitud del sínodo con estos católicos será la siguiente: no culpabilizarlos ni rechazarlos de la Iglesia, pero tampoco esconderles las duras exigencias de la moral cristiana, y que la Iglesia deberá ayudarles a comprender mejor esta doctrina de severidad.

El obispo de Varanese, en la India, confirmó que había pedido al sínodo que se permitiera en Italia a los católicos casados con no cristianos hacer dos ritos matrimoniales o que se busque un rito común nuevo que sirva para ambos cónyuges. Por lo que se refiere al plan de planificación familiar, afirmó que el episcopado de la India no está contra el control de nacimientos, pero sólo si se usan los medios aprobados por la Iglesia. En este sentido, el cardenal de Perú, Landazuri, hizo una dura crítica a ciertos organismos internacionales que ofrecen dinero a América Latina, pero sólo a condición de que se acepte un control de nacimientos por ellos planeados: «Esto es», dijo el cardenal, «un atropello a la libertad», y añadió que el episcopado de Perú aconseja, sobre todo a las familias pobres, que tengan pocos hijos, pero siguiendo la doctrina de la Iglesia.

A la pregunta de EL PAIS al arzobispo de Milán sobre si la indisolubilidad del matrimonio es un verdadero dogma de fe o más bien simple doctrina común del magisterio de la Iglesia, monseñor Martini prefirió «no entrar en explicaciones acerca de este terna». Ante la insistencia de EL PAIS para que se limitara a decir si era o no dogma de fe, el biblista jesuita se limitó a decir que él prefería decir que se trataba de «una verdad revelada por el evangelio».