El presidente iraní anuncia un próximo bombardeo masivo de ciudades iraquíes

El presidente iraní, Abolhassán Banisadr, anunció ayer en Teherán, a través de un mensaje radiofónico, que tras los recientes bombardeos de la aviación iraquí sobre las ciudades iranles de Sardasht y Dezful, las fuerzas aéreas de Irán van a responder a estos ataques con una ofensiva sobre los principales enclaves de Irak. Banisadr invitó ayer a las poblaciones civiles de las mayores ciudades ira quíes para que evacuen estas localidades, que van a ser bombardeadas a muy corto plazo.

En su mensaje, el presidente iraní dijo que Irak había evacuado recientemente de la populosa ciudad de Basora a cien periodistas porque temía un ataque sobre esta ciudad similar al sufrido el miércoles -por Dezful, en Irán, en el que decenas de personas resultaron muertas.El mensaje de Banisadr supone un inmediato recrudecimiento de la guerra. Con mucha insistencia, las autoridades islámicas iraníes han repetido que no bombardearán objetivos civiles y desde Teherán se interpreta la invitación hecha a los habitantes de las ciudades iraquíes para que las evacuen como una medida orientada a conciliar este propósito y la necesidad existente de dar respuesta a los recientes bombardeos citados.

Hasta ahora y a grandes rasgos, ambos contendientes parecían haber respetado de un modo estricto una especie de código de conducta bélico, en el cual los ataques contra núcleos de población parecían descartados, salvo en casos de errores.

En muy pocas ocasiones los aviones iraquíes abatidos o alcanzados por la artillería de Irán cayeron sobre zonas pobladas y esto no habría podido suceder sin la volluntad manifiesta de los pilotos, que, pese a haber sido incendiados sus aviones, los desviaron intencionadamente hasta zonas despobladas. El mismo comportamiento ha sido seguido por los aviadores iraníes hasta ahora. Pero el bombardeo de Dezful, el miércoles, y los de Sustard y Sardasht, ayer, parecen haber disgustado enormemente a Teherán, según cabe deducir del duro mensaje de Banisadr.

Las ciudades de Ahwaz y Abadán fueron nuevamente bombardeadas ayer por la aviación y la artillería iraquíes. A la hora de redactar esta crónica no se conocían detalles sobre estos ataques.

Las autoridades iraníes emitieron el jueves varios decretos reguladores sobre la salida al extranjero de sus connacionales por la frontera terrestre con Turquía. Los decretos restringen las posibilidades de abandonar el país a los casos urgentes, como el de enfermos necesitados de asistencia médica, los funcionarios en cometidos oficiales, los hombres de negocios compelidos a realizar gestiones en el extranjero y otros casos similares.

El área de la frontera turco-iraní ha registrado recientemente una obstaculización para el tránsito de vehículos, a consecuencia de los ataques de la aviación iraquí sobre la zona de Tabriz, importante nudo enclavado a no mucha distancia del límite.

Las fronteras de Irán con sus vecinos más próximos han experimentado restricciones al tránsito desde el comienzo de la guerra. La salida o la entrada al país desde Irak no es posible, tampoco respecto a Irak, Arabia Saudí o los Emiratos Arabes; lo mismo sucede con Afganistán, por la situación interna en este país, y únicamente las fronteras con Pakistán y la Unión Soviética permanecen expeditas, aunque con algunas limitaciones, como es el caso de la frontera turco-iraní de Bazargan. Es posible abandonar el país por vía marítima, a través del mar Caspio.

En el orden internacional, la televisión iraní informó ayer que un alto representante del Gobierno iraquí viajó recientemente a Nueva Delhi, para pedir a Indira Ghandi que medie ante Irán para concluir la guerra. Según la televisión, el Gobierno de Nueva Delhi rechazó esta oferta de mediación a consecuencia de la negativa expresada por Irán a cualquier tipo de negociación con Irak mientras sus tropas no salgan del territorio iraní.

Las informaciones sobre un supuesto puente aéreo entre Trípoli, Damasco e Irán, para suministrar armamento y munición a las fuerzas armadas iraníes, difundidas recientemente por la radio israelí, no han encontrado ningún tipo de confirmación por parte de las autoridades de Teherán, que, con frecuencia, han negado informaciones similares.

En el plano cotidiano, las autoridades iraníes han adoptado nuevas restricciones al consumo de gasolina por parte de los usuarios particulares y el racionamiento de carburantes prosigue.