_
_
_
_
_

El cartógrafo de sueños

Este pintor soñador de sueños plásticos, ingenioso, infantil, a veces, nació en Barcelona el 20 de abril de 1893. Estudió en la Escuela de Comercio y en la de Artes y Oficios. En 1918, su exposición en la galería Dalmau constituyó un rotundo fracaso y hasta le destruyeron algunos cuadros, que ostentaban estos títulos: La casa de la palmera, Naturaleza muerta del molinillo de café, Retrato del asno.Viajó por primera vez a París en 1919, donde quedó paralizado y emocionado por el espectáculo artístico de la gran ciudad. Según él mismo confesó, durante mucho tiempo no pudo pintar nada. Expuso en París por primera vez en la galería La Licome, y fue otro fracaso. Pero Picasso y André Salmon comenzaron a interesarse por su pintura. Pasaba los inviernos en París y los veranos en Montroig. Trabó amistad con los dadaístas Tzara, Jacob y Reverdy, con influencias del arte románico. Pronto comenzó a relacionarse con el grupo surrealista, con Breton, Aragón y Eluard. A partir de entonces participa activamente en las exposiciones surrealistas. Como consecuencia de esta frecuentación de los poetas surrealistas inició, en 1925, la importante serie de las pinturas oníricas, que pintará hasta 1927. Comenzó a hacerse famoso en París cuando colaboró con Max Ernst en los decorados de Romeo y Julieta para los ballets rusos de Diaghilev. En 1928 viajó a Holanda, y como resultado de esta visita al país de Vermeer comenzó la serie de interiores holandeses. Según él mismo explicó, al regresar a París pintó el primer interior holandés, teniendo delante El tañedor de Land, de H. M. Sorgh, una postal de dicho cuadro realista. En 1929 contrajo matrimonio con Pilar Juncosa y se instaló a vivir en París. En 1937 pintó el cartel para el pabellón español de la exposición de París, el célebre y estentóreo Aidez l'Espagne. Al pie de la dramática figura que alza el puño escribió: «En la actual lucha veo cercadas las fuerzas del lado fascista, y de otro lado, el pueblo cuyos inmensos recursos dará a España un empuje que asombrará al mundo». También para el mismo pabellón pinta Els segadors, una gran pintura mural, expresión de su ferviente catalanismo, homenaje, según confesó, al payés catalán.

Más información
Reconocimiento oficial a la obra de Joan Miró

Una semana antes de la caída de París regresó a España y se instaló, en 1940, en Palma de Mallorca. Comenzó entonces a pintar la serie denominada Las constelaciones, que cinco años después se expuso en Nueva York con gran éxito de crítica y público.

En 1955 obtuvo el Gran Premio de Grabado de la Bienal de Venecia. Trabajó en 1958 en el mural de El Sol y en el mural de La Luna, en colaboración con Llorens i Artigas, para el local de la Unesco de París, que le valió al año siguiente el Gran Premio Internacional de la Fundación Guggenheim. En 1966 esculpió dos obras monumentales, en bronce: El pájaro solar y El pájaro lunar. Al comienzo de los años sesenta Miró inició la versión azul de los campos magnéticos. Durante esos años expuso en París, Munich y Nueva York. Pintó un cuadro de gran resonancia política, titulado Mayo 1968, sobre el que dijo: «Dramatismo y expectativa a partes iguales; lo que fue y lo que quedó de aquella inolvidable rebelión juvenil, no poco característica de nuestro tiempo».

Este cartógrafo de sueños, como le llamó el poeta Robert Desnos, no fue nunca un surrealista cabal y completo; pues encontró que el surrealismo era una doctrina seca y dogmática. En 1967 ganó el Premio Carnegie de pintura. Se creó la fundación que lleva su nombre en 1971, y desde entonces llovieron los premios y las distinciones: Premio del Consejo de Europa, exposiciones en el mundo entero, condecorado con la Gran Cruz de Isabel la Católica.

Es, en síntesis, una gran figura del arte universal. Pintor, grabador, escultor, decorador, escenógrafo, muralista, pobló con sus ensoñaciones plásticas el mundo artístico que estuvo siempre comprometido con la historia de su tiempo. Uno de sus cuadros más significativos es el Tríptico de la esperanza de un condenado a muerte, terrible profecía que evoca la muerte a garrote vil de Salvador Puig Antich, el joven combatiente catalán.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_