El Fondo Monetario Internacional desaconseja las políticas expansionistas
El comité interino del Fondo Monetario Internacional advirtió ayer a los países miembros, especialmente los industrializados, sobre el riesgo que supone para sus economías la adopción prematura de políticas monetarias y fiscales expansionistas y reiteró la necesidad de continuar la batalla contra la inflación como «medida necesaria para la restauración de las condiciones que fomentarán la inversión y un crecimiento económico sostenido».Asimismo, el comité interino del FMI señaló que el lento crecimiento de la producción es una característica clave de la situación económica mundial, e hizo hincapié en «que el objetivo general debe ser el de establecer las bases de un crecimiento sostenido y mejores perspectivas de empleo, con una relativa estabilidad de precios a largo plazo ».
Tras una larga reunión, horas antes del inicio formal de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, que tendrá lugar hoy en el hotel Sheraton, de Washington, el principal órgano del FMI señaló que la situación económica mundial no ha variado sustancialmente en el último año y, en todo caso, ha iniciado un ligero giro hacia una situación menos favorable.
En un extenso comunicado, el comité interino insistió en que los dos principales problemas de la economía mundial son la inflación y los desequilibrios externos de los países en desarrollo no productores de petróleo. En este sentido, según pudo saber EL PAIS, los veintiún ministros asistentes a la reunión analizaron un informe presentado por el director gerente del FMI, Jacques de Larosiere, según el cual no habrá una solución inmediata a los problemas que afronta la economía mundial, especialmente en lo que respecta a la creación de empleo, la posibilidad de volver a altas cotas de crecimiento y al establecimiento de un equilibrio en las balanzas de pagos de los países industriales y los no productores de petróleo.
Según este informe, los países industriales arrojarán un déficit de 55.000 millones de dólares en 1980, que podrá ser reducido a 26.000 millones en 1981. Los países en desarrollo no productores de petróleo tendrán un déficit de 75.000 millones de dólares en 1980, que aumentará a 80.000 millones el próximo año. Por el contrario, los productores de crudo (léase OPEP) tendrán un superávit de 115.000 millones este año, que posiblemente se reducirá a 80.000 millones en 198 1.
Ante esta situación, el comité expresó su preocupación ante los problemas que entrañará la financiación de estos déficit, especialmente en el caso de los países de bajos ingresos. Para ayudar a este fin, el FMI consideró fundamental que los países industriales y los de la OPEP incrementen su ayuda oficial al desarrollo, aunque descartó como arriesgadas las exigencias del grupo de los veinticuatro, que aúna los intereses de los países en desarrollo, para que se incremente su participación en el FMI y para que éste adopte un papel prioritario en la solución de los problemas de financiación de los déficit exteriores.
No obstante, el comité interino del FMI consideró acertada y recomendó al directorio de éste la adopción de un plan del FMI para doblar sus recursos por medio del incremento de las cuotas de los países miembros. Asimismo consideró positiva la posibilidad de que el FMI acuda a los mercados privados de capitales, pero señaló que esto sólo se debía hacer en caso de que ésta fuera indispensable.
Según fuentes del FMI, la dirección del organismo financiero internacional no descarta que los países productores de petróleo, especialmente Arabia Saudí, Kuwait y otros países ricos del golfo, incrementen su participación en el FMI y ayuden al organismo mundial en el proceso de financiación de las operaciones de equilibrio de estos déficit. La posibilidad, de que esta ayuda suplementaria sea aportada había sido condicionada por estos países a la participación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) como observador en el FMI. Este tema, pese a la oposición norteamericana, amenaza la paz en los debates de este año del FMI y Banco Mundial.
Aun así, Jacques de Larosiere, director gerente del FMI, declaró el domingo, en una conferencia de Prensa, que el organismo mundial incrementará este año en 6.000 millones de dólares la asistencia a los países con problemas en sus balanzas de pagos. En tal sentido, el comité interino aprobó ayer un plan para que los 140 países miembros puedan utilizar hasta el 300% de su cuota, durante tres años, en programas de reajuste de sus economías.
Respecto a los problemas de los países en desarrollo, ayer se reunió el llamado Comité de Desarrollo del FMI y Banco Mundial. De esta. reunión se espera que surja una larga lista de demandas al FMI y a los países más ricos para que acudan en ayuda de los países en vías de desarrollo.
Antes que este comité se había reunido también el llamado grupo de los diez, que reúne a los ministros de Finanzas de las diez naciones más industrializadas del mundo. Ellos consideraron los problemas de las economías industrializadas e insistieron en la necesidad de mantener la presente lucha contra la inflación.
Esta nueva vía de utilización de fondos del FMI es especialmente interesante para aquellos países, como Turquía, Perú, Brasil y otros, que tienen agotada su línea de crédito en los mercados privados de capitales.
La sesión formal de apertura de la 35º reunión del FMI y el Banco Mundial será inaugurada hoy, con toda seguridad, por el presidente Carter. En ella también pronunciará un discurso de despedida el presidente del Banco Mundial, Robert McNamara, que se retira el año próximo de la presidencia de esta institución. La lucha por su sustitución ha comenzado, pero está previsto que quede en suspenso en espera del resultado de las elecciones norteamericanas.
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