Irak afirma haber tomado Ahwaz, 200 kilómetros hacia el interior de Irán
La guerra irano-iraquí parece haber dado un salto importante después de la pausa del fin de semana musulmán. Ayer, la televisión anunció que las tropas iraquíes han tomado la ciudad de Ahwaz, capital administrativa de la región de Juzestán, situada a cerca de doscientos kilómetros hacia el interior de la frontera iraní. Fuentes oficiales iraquíes comunicaron ayer la noticia a los corresponsales extranjeros presentes en Bagdad.Según un alto funcionario del Ministerio de Información de Irak, la ciudad y el aeropuerto están desde ayer en manos de las tropas de Bagdad. De confirmarse por completo esta noticia -que fue difundida poco antes de las ocho de la noche por la televisión iraquí-, Irak estaría en inmejorable situación para dominar en breve plazo la región petrolera iraní.
La aviación de Teherán, por su parte, sigue golpeando el norte de Irak (según la radio iraní, la refinería de Kirkur, situada en esta zona, está destruida en un 80%) y bombardeando Bagdad varias veces al día. Ayer sonó cuatro veces la alarma aérea en la capital iraquí. Las primeras sirenas aullaron a las cuatro de la madrugada, cuando los aviones iraníes sobrevolaron el sur de la ciudad, con la previsible intención de bombardear la refinería de Daura. Durante cerca de media hora el cielo de Bagdad estuvo iluminado por los destellos de los mis¡les tierra-aire que defienden la ciudad y las cercanas zonas estratégicas.
Poco después de que cesara la primera alarma partió de Bagdad el primer contingente de españoles evacuados por nuestra Embajada. Algo menos de un centenar de mujeres y niños salió en autobús hacia Amman. Esta madrugada, un segundo turno de otros cien evacuados seguirá también hasta la capital jordana,en donde, todos juntos, tomarán un avión que les lleve a Madrid. De esta forma, la colonia española en Bagdad quedará reducida a la mitad.
Hasta el mediodía de ayer Bagdad permaneció en calma Después de seis días de guerra los habitantes de la ciudad pare cen habituados a las alarmas, y tanto los viejos artesanos que dan forma al cobre en sus decrépito talleres del viejo mercado, como los jóvenes y encorbatados buró cratas que nunca parecen afecta dos por el calor, no se inmutan ya por el sonar de las sirenas.
Muchos habitantes de Bagdad interrumpieron ayer dos veces su almuerzo i)ara refugiarse en los escasos sótanos de la ciudad. A las 12.45 y a las 13.45 (hora local) sonaron de nuevo las alarmas aéreas. Mientras los aviones iraquíes despegaron de sus bases para dar caza a los aparatos enemigos, éstos bombardeaban un pequeño aeropuerto militar en desuso situado cerca del centro, y algunas viviendas de la periferia. Posteriormente, a las 15.30 horas, la aviación enemiga volvió a sobrevolar la capital.
La guerra tiende a convertirse ya en una rutina más de Bagdad. La situación militar parece estancada y tampoco se vislumbran soluciones políticas. El intransigente imán Jomeini no ha admitido nunca ningún tipo de presión y nada parece indicar que esta vez vaya a ser más flexible.
Las gestiones realizadas en Teherán y Bagdad por el ministro cubano de Asuntos Exteriores, Isidoro Malmierca, no parecen haber dado ningún resultado.
Por su parte, la diplomacia de Irak se muestra dispuesta a organizar su propia ofensiva. Para muchos observadores la interrupción del suministro de petróleo iraquí no obedece tan sólo a razones técnicas provocadas por la guerra, sino que es un arma más para buscar apoyos definitivos entre los países occidentales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.