Los países islámicos deciden una movilización diplomática y económica contra Israel
La Conferencia Extraordinaria de Ministros de Asuntos Exteriores Islámicos, que clausuró ayer sus trabajos en la ciudad de Fez, recomendó al comité Al Gods, que preside el rey Hassan II, la elaboración de una propuesta concreta para la movilización de los recursos humanos y económicos en los países islámicos contra Israel, por declarar a Jerusalén su capital, propuesta que habrá de ser presentada a la aprobación de la cumbre islámica prevista para diciembre en Arabia Saudí.En el documento final, que comprende veinticuatro resoluciones, se insta a los países islámicos que aún tienen relaciones diplomáticas con Tel Aviv a romper, todos sus lazos políticos y económicos con el Estado de Israel. Esta resolución parece ir dirigida principalmente a Turquía, cuyo ministro de Asuntos Exteriores, I. Turkmen, prometió trasladar esta cuestión a la consideración de su Gobierno.
Los países islámicos intentarán lograr que la presente Asamblea General de la ONU solicite una opinión consultiva al Tribunal Internacional de La Haya sobre la decisión de Israel de anexionarse y unificar la ciudad santa de Jerusalén. como capital eterna del Estado judío.
La sesión previa a la clausura fue motivo de un importante enfrentamiento verbal entre Yemen del Sur y Siria, por un lado, y Omán y Somalia, por otro. Ambas partes se acusaron mutuamente de albergar en sus territorios bases soviéticas y norteamericanas, respectivamente.
El delegado sirio intervino para decir que la URSS y Estados Unidos no podían ser comparados en sus actitudes ante la nación árabe, pues mientras la primera «ofrece armas y ayuda, Estados Unidos es el principal soporte de la política expansionista de Israel».
El ministro de Asuntos Exteriores palestino, Faruk Kaddumi, intervino para calmar a los hermanos árabes y pedirles que olvidaran momentáneamente sus querellas y se dedicaran a lo que motivaba esta reunión de Fez, la anexión de Jerusalén por Israel.
A pesar de las intervenciones generalmente moderadas de los delegados, Estados Unidos fue criticado por la OLP, Yemen del Sur, Siria, Guinea Mali, Irak, e incluso Jordania y Arabia Saudí. Como consecuencia de ello, el punto once de las resoluciones finales cita expresamente a Estados Unidos y «confirma la condena de los países islámicos a las prácticas agresivas y ocupacionistas de Israel».
La URSS, por el contrario, que fue acusada de haber permitido la emigración de un millón de judíos soviéticos, sólo es aludida indirectamente por el documento final, que se propone «solicitar a todos los países que impidan la emigración judía a la Palestina ocupada».
Como parte de las medidas preconizadas se urge a los Estados islámicos para que interrumpan su participación en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, hasta que la OLP sea admitida por éstos como observadora.
Actitud moderada
Otra de las recomendaciones importantes adoptadas fue solicitar que la Asamblea General de la ONU niegue las credenciales a los representantes israelíes hasta que Israel cumpla las resoluciones de este organismo. Esta postura es mucho más moderada que la adoptada por algunos países durante las sesiones, que querían la simple expulsión simple de Israel de la ONU.Una buena parte del tiempo de los delegados y de la conferencia de prensa final del secretario de la Conferencia Islámica, Habib Chatty, estuvo dedicada a explicar el contenido de la palabra yihad (guerra santa), definida como una estrategia de conjunto que no significa solamente la guerra militar, sino también la diplomática, informativa, cultural, económica y, desde luego, la militar, si es necesario.
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