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El Parlamento de Teherán estudia la grave situación en la frontera irano-iraquí

El Parlamento iraní (Majlis) se reunió ayer en Teherán en sesión de urgencia para examinar la situación en la frontera irano-iraquí a raíz de la abrogación por Irak del acuerdo firmado entre los dos países en Argel, en 1975, sobre el estrecho de Chatt el Arab. Aunque no se ha producido todavía ninguna reacción oficial, fuentes oficiosas señalaron que la decisión de Bagdad equivalía a una declaración de guerra.

El miércoles por la noche, la Asamblea Nacional Iraquí, reunida en Bagdad en sesión extraordinaria, aprobó la decisión del Consejo del Mando de la Revolución de anular los acuerdos de Argel.«El pueblo iraquí está dispuesto a ir a la guerra», dijo el presidente Hussein, «sin importar los sacrificios para proteger su dignidad y su soberanía».

El presidente atacó al líder de la revolución iraní, de quien dijo: «Creimos que Jomeini era diferente del sha y le dimos tiempo suficiente para probarlo. Pero ha probado ser peor que el sha en su ambición, hostilidad y política racista hacia los árabes».

Los dirigentes religiosos de Irán fueron también duramente fustigados en el discurso. Las palabras del presidente iraquí constituyen una clara alusión a los repetidos llamamientos del clero chiita iraní dirigidos a los musulmanes de Irak para derrocar al régimen de Bagdad.

El aspecto agresivode la solemne declaración del presidente iraquí, Saddam Hussein, es sistemáticamente puesto de relieve en Teherán, donde se recuerda que el primer mandatario iraquí resaltó la voluntad de su país de establecer por todos los medios -incluidos los militares- su soberanía sobre todos los territorios que considera le pertenecen.

Fuentes vinculadas ála presidencia de Irán calificaron de «muy grave» la situación, ya que la declaración de Saddam Hussein acaba con todos los acuerdos firmados entre ambos países.

El acuerdo anulado ahora unilateralmente por Irak fue suscrito en 1975, en Argelia, después de negociaciones entre el entonces sha de Irán y el propio Saddam Hussein, que en aquellos momentos era vicepresidente del Consejo del Mando de la Revolución.

En virtud de este acuerdo, auspiciado por el fallecido presidente argelino Huari Bumedian, Irán e Irak zanjaron aparentemente su litigio fronterizo con el trazado de una línea divisoria en la mitad del canal de Chatt el Arab.

El estuario de Chatt el Arab, en la confluencia de los ríos Tigris y Eúfrates, había constituido un permanente foco de discordia entre ambos países.

El Gobierno del sha arrancó a Irak el control de Chatt el Arab, garantizando mayores derechos de navegación para Irán a través de este canal, de importancia estratégica para la refinería de Abadan.

En contrapartida, Irak obtenía del sha la promesa de cortar todo apoyo a los rebeldes kurdos, grave amenaza para el régimen de Bagdad.

Las actuales acusaciones iraquíes coinciden con las últimas informaciones llegadas desde la frontera, según las cuales los enfrentamientos entre las fuerzas de ambos países se han generalizado desde el pasado 11 de septiembre.

Ayer se registraron numerosos enfrentamientos y escaramuzas a lo largo de la frontera común.

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