Teniente coronel del Ejército asesinado a tiros en Durango

José María Urquizu Goyonaga, teniente coronel del cuerpo de Farmacia, resultó muerto ayer por la mañana en Durango (Vizcaya), en un atentado perpetrado por dos personas, presumiblemente miembros de un comando de ETA, que en el interior de la farmacia de su propiedad le dispararon, casi a bocajarro, dos tiros de pistola.

El atentado se produjo pasadas las doce menos cuarto del mediodía de ayer, en el número 11 de la calle de Santa María, donde estaba situada la farmacia. A esa hora, y según diversos testimonios, un hombre, como de unos cuarenta años, y una mujer, que representaba en torno a los veinticinco, entraron en el establecimiento con un paquete bajo el brazo. Indicaron que deseaban hacerse un análisis y preguntaron por el señor Urquizu. Al parecer, en aquel momento no había ningún cliente en el interior. Cuando aquél salió de la trastienda, donde tenía instalado el laboratorio de análisis, los dos desconocidos esgrimieron sendas pistolas y le dispararon, a muy escasa distancia, dos tiros que le alcanzaron en la nuca, produciéndole la muerte instantánea.Testigos presenciales, fundamentalmente empleados de las tiendas situadas frente a la farmacia, indicaron a EL PAÍS que escucharon dos detonaciones seguidas y luego vieron cómo un hombre, que llevaba aún en la mano la pistola, que envolvía con un jersey, y la mujer, a cara descubierta, se dirigieron a pie por la misma acera de la farmacia hacia un callejón existente a la izquierda del establecimiento, justamente entre la parte de atrás de la iglesia que da nombre a la calle y una joyería contigua a la farmacia. En un recodo existente en la calle de Ambrosio de Meabe, justamente en la parte de atrás del edificio que alberga al establecimiento farmacéutico, esperaba a los miembros del comando una tercera persona a bordo de un Seat 124, matrícula SS-2766-A, de color blanco, que había sido sustraído una hora antes a punta de pistola en el centro de Durango, con el que se dieron a la fuga con dirección desconocida.

La policía encontró en el interior de la farmacia dos casquillos de munición calibre 9 milímetros especial Parabellum, respectivamente, marcas SF y SB, lo que hace suponer que en el atentado los dos miembros del comando agresor usaron sus pistolas casi al mismo tiempo.

Teniente coronel del cuerpo de Farmacia del Ejército, el señor Urquizu Goyonaga, de 55 años de edad, natural de Durango, casado y padre de cinco hijos, estaba destinado en Burgos. Esta circunstancia le obligaba a permanecer parte de la semana en aquella capital. En la farmacia de su propiedad, que regentaban su hermano y su cuñada, realizaba análisis, según declararon ayer algunos conocidos, todos los sábados por la mañana.

Las mismas personas indicaron que, pese a ser presidente de la Sociedad de Pesca y Caza y del Club Alpino de Durango, la víctima era poco amiga de alternar. «Pasaba bastante inadvertido en el pueblo». No se le conocían afinidades con ningún grupo político. El alcalde de Durango, el peneuvista Fraricisco Zubicarai, afirmaba ayer que José María Urquizu «era una persona normal, seria y respetada».

Al poco tiempo de conocerse la noticia, todas las farmacias de la zona del Duranguesado, incluidas las de guardia, cerraron en señal de condena del atentado. El ayuntamiento de la localidad, reunido con carácter de urgencia, condenó el asesinato e hizo un llamamiento a la paz ciudadana.

Reivindicaciones de ETApm

ETA Político-militar se ha hecho responsable, mediante un comunicado enviado a diversos medios informativos de San Sebastián, del lanzamiento de una granada contra el Gobierno Civil de Guipúzcoa. También se hace responsable del intento de fuga de dos presuntos etarras desde el hospital penitenciario de Carabanchel (Madrid), cuyos nombres son José Antonio Alcocer Gabaldón y Santiago Suárez López.