La suspensión de "La clave" puede responder a razones de censura, según el director del programa
La suspensión del programa La clave que tenía que haberse emitido ayer por la segunda cadena de Televisión se debe más a razones de censura e incompatibilidad de este programa de debate en directo con la actual programación de Televisión y su equipo directivo que al deseo de reducir costes («cargos extraordinarios de personal»), según se desprende de las conversaciones que José Luis Balbín, director del espacio, mantuvo con Luis Ezcurra, subdirector general de RTVE y director en funciones de Televisión.
Luiz Ezcurra propuso el pasado 22 de julio a José Luis Balbín que La clave se emitiese en diferido, respetando la grabación íntegra, para evitar principalmente el abono de horas extraordinarias en fines de semana. La dirección de Televisión obligó, por esta misma razón, a grabar previamente los informativos semanales que se emiten en sábado y domingo, Informe semanal y Siete días especialmente, a utilizar prácticamente un solo locutor en los telediarios de fin de semana y a suprimir las Últimas noticias de la noche. En aquella conversación, el director accidental de Televisión propuso también que se crease un consejo de dirección para La clave que decidiese qué invitados y temas se emitirían y su momento de programación. Miembros de la junta de televisión, órgano ejecutivo al máximo nivel, habrían propuesto para este consejo de dirección de La clave a Pablo Irazazábal, actual jefe de los informativos de Televisión de la primera cadena, y al propio Luis Ezcurra, entre otros. «Evidentemente, esta Clave no habría sido así si hubieras sido tú el encargado de decidir», respondió José Luis Balbín a Luis Ezcurra. El programa previsto para ayer se titulaba El juego.
José Luis Balbín ofreció en aquella ocasión tres soluciones para evitar los suplementos económicos de fines de semana: pasar La clave al hueco que dejó el malogrado Ding-Dong en la noche de los viernes; el recurso a voluntarios para emitir el programa sin los costes adicionales, y tercero, asumir José Luis Balbín la producción íntegra del programa. Ninguna de estas soluciones fue contemplada por la dirección de Televisión. José Luis BaIbín se negó a que el programa se emitiese en diferido, por entender que se alteraba sustancialmente la naturaleza de La clave, que, al igual que en otras televisiones europeas, se caracteriza por ser simultáneo el momento del debate con la emisión y recepción del mismo. Algunos directivos ya habían propuesto en noviembre del pasado año que el debate fuese moderado por otros directores- presentadores de Televisión, y citaron, a título de ejemplo, a Joaquín Soler Serrano, director de A fonso y Sin fronteras, y a José Antonio Silva, presentador de Tribuna de la historia. Sugerencias que rechazó el director de La clave, por no ser miembros de su equipo.
Presiones y maniobras
Las presiones de la dirección de Televisión para que La clave renunciase a la emisión en directo culminaron con una orden por escrito, y firmada por Luis Ezcurra, el pasado 5 de agosto para que el programa correspondiente a este último sábado se grabase el viernes 5 de septiembre. Aunque durante esta polémica José Luis Balbín y su equipo manifestaron que no grabarían el programa, como demuestra la copiosa correspondencia entre los señores Balbín y Ezcurra, los directivos prepararon el estudio 2 para el viernes y pretendieron cargar los costes del montaje a José Luis Balbín. Costes que extraoficialmente se valoran en una cantidad que podría ascender a cuatro millones de pesetas. El director de La clave respondió que él no había ordenado la grabación
Se sabe también respecto a la controversia sobre el directo-diferido que Luis Ezcurra pidió a Miguel Angel Toledano, director de la segunda cadena de Televisión, un nuevo esquema de programas. Miguel Angel Toledano contempló, con su equipo de programadores, que La clave pase a emitirse los viernes en directo (por la segunda cadena, en el horario en que actualmente se emite una película de cine), hecho que eliminaría el obstáculo de las horas extraordinarias. Esta posibilidad también había sido propuesta por Antonio de Senillosa, diputado de Coalición Democrática (CD) y presidente de la comisión parlamentaria de control sobre RTVE. La dirección de Televisión no respondió a ninguna de estas propuestas ni envió el informe sobre La clave que habían solicitado los miembros de la comisión. La decisión de los directivos es más sorprendente si se tiene en cuenta que Fernando Arias-Salgado, director general de RTVE, y el ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva, aseguraron en el Congreso de los Diputados que La clave no tendría ningún problema.
El último documento relacionado con La clave es la orden escrita firmada el pasado viernes por Javier Juan-Aracil, gerente de Televisión, por la que el programa correspondiente al próximo sábado, día 13, tendrá que grabarse la víspera. Los participantes en el debate están invitados, sin embargo, para el sábado desde hace más de un mes.
