Los puertos mozambiqueños, factor clave para el desarrollo del Africa austral
La impracticabilidad del ferrocarril de Benguela debido al sabotaje de la UNITA y la saturación del puerto de Dar Es Salam (Tanzania) hacen que incluso países como Zaire no tengan más alternativa para exportar que o pasar por los puertos surafricanos o por mozambiqueños.La independencia de Zimbabue les ha dado a todos la oportunidad de concebir una estrategia coherente con respecto a la dependencia de Suráfrica que el Gobierno de Pretoria quería potenciar mediante una constelación de Estados dominada económicamente por los blancos surafricanos. La estrategia elaborada por la citada conferencia es que Zimbabue, con una agricultura desarrollada y dominada por los blancos, sustituya a Suráfrica como suministrador de maíz y otros alimentos y que Mozambique sea progresivamente utilizado por todos para sus respectivas exportaciones.
Todo ello, sin embargo, requiere inversiones considerables. Los puertos mozambiqueños necesitan ampliación, nuevas grúas para las diferentes terminales y elevadores de mercancías. Los ferrocarriles de los distintos países han de ser primero normalizados y luego modernizados. En Mozambique particularmente es necesario reparar todos los puentes y carreteras que resultaron destruidos durante la guerra con Rodesia.
La CEE envió a su comisario para el desarrollo, Claude Cheysson, a Maputo, a los pocos días de la Conferencia de Lusaka, para ver qué podía ofrecer la comunidad. España, que no está presente en nada de esto, es, sin embargo, un país con el cual quisieran cooperar los mozambiqueños. Marcelino Dos Santos, «número dos» del régimen, pudo sacar una idea clara de lo que la industria española podía ofrecer a Mozambique durante la visita que efectuó a Madrid en 1979 invitado por IEPALA.
Nos gustaría, decía a EL PAÍS un dirigente mozambiqueño, que España prestara su concurso para la ampliación de nuestros puertos, en la creación de industrias ligeras, de fábricas de tractores, pequeños autobuses y camiones, y, sobre todo, para la creación de nuestra propia flota de pesca e industria pesquera. Hay que reconocer, no obstante, que la falta de expansión comercial española no depende sólo de la ausencia de apoyo bancario y diplomático. Al parecer, la fábrica de camiones Pegaso rechazó un contrato por tener su cartera de pedidos cubierta, y la firma Land Rover Santana no quiso sondear sus posibilidades por prejuzgar que no puede competir con los precios del Toyota japonés.
Empresas españolas han comprado madera a Mozambique, pero, como decía a EL PAIS Ezequiel Vicente, director de Planificación del Ministerio de Comercio, «creemos que se trata más bien de traficantes y que la madera, en vez de ir a España, fue revendida a Suráfrica».
Nfozambique podría interesarse además en la cooperaciórt española para la construcción de fábricas de cemento y, al parecer, acogería bien la idea de recibir técnicos y especialistas españoles.
Pero sí la falta de iniciativa e interés de los empresarios espanoles es un asunto que les concierne a ellos en primer lugar, resulta, por lo menos, incomprensible que sean los portugueses quienes traducen y venden en Maputo libros técnicos y escolares españoles, muchas de las veces incluso sin traducir, y que, por el contrario, los propios editores españoles están ausentes de aquellos mercados.
Sólo avanza un poco la colaboración en el terreno de la pesca.
Entre los españoles no prospera la corriente que propugnan tanto Marruecos como Mauritania, Angola y Mozambique hacia la creación de empresas mixtas o la creación de las infraestructuras industriales necesarias para que esos países puedan suministrar pescado o productos envasados a sus propias poblaciones.
Unos veinticinco barcos españoles pescan permanentemente el camarón en aguas mozambiqueñas, aunque, hasta ahora, las solicitudes de ayuda de Mozambique para crear su propia flota pesquera no ha encontrado ninguna receptividad.
Durante todos los años de la guerra de independencia, el Frelimo asociaba al régimen de Franco con el de Salazar, que colonizaba Mozambique. Ese reflejo condicionado subsistió aún después de la muerte de Franco, y en la. Conferencia de la OUA de Jartum, de 1979, Mozambique fue mucho más allá que la propia Argelia en su respaldo al MPAIAC de Cubillo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.