Europa debe intervenir en el golfo Pérsico, según general Close
El general Robert Close propuso ayer en la Asamblea de la Asociación del Tratado del Atlántico Norte (ATA), que se desarrolla en Funchal (Madeira), la constitución de una fuerza de intervención capaz de controlar la evolución de la situación en el golfo Pérsico.El informe presentado por el antiguo comandante de las fuerzas belgas estacionadas en la República Federal de Alemania (RFA) desarrolla las grandes tesis ya esbozadas por Robert Close en su libro Europa sin defensa.
Según Close, en caso de conflicto, las fuerzas del Pacto de Varsovia podrían estar a orillas del Rin en menos de 48 horas, mientras que Estados Unidos necesitaría días, o tal vez semanas, para llevar hacia el teatro de operaciones un millón de hombres, necesario para rechazar un ataque de gran envergadura. Sería preciso entonces que Europa occidental dispusiese de fuerzas convencionales y tácticas suficientes para ofrecer una fuerte resistencia durante seis semanas para permitir a EEUU intervenir antes que fuese demasiado tarde.
La segunda tesis de Close es que Europa occidental es más dependiente que Estados Unidos del petróleo de Oriente Próximo, de ahí su extraordinaria vulnerabilidad frente a la amenaza que la intervención soviética en Afganistán hace pesar sobre los campos petrolíferos de Oriente Próximo.
Ya que no se puede exigir de Estados Unidos que asegure la defensa del mundo occidental en todos los frentes y que la OTAN no puede intervenir en esta zona que se encuentra fuera del ámbito del Tratado, el general belga propone la creación de una «fuerza intereuropea móvil de intervención, que actúe en defensa de las fuentes vitales de abastecimiento de Europa.
En principio, esta fuerza sería compuesta, según Close, por contingentes de la RFA, de Gran Bretaña, Francia, Italia, Benelux y Portugal, pero «abierta a cualquier nación que quiera participar en ella».
Apoyo a Marruecos
En la sesión inaugural de la 26ª Asamblea de la Asociación del Tratado del Atlántico Norte, el presidente del comité portugués, el socialista Marcelino Gomes, abogó para que los países occidentales apoyasen a Marruecos contra las pretensiones del Polisario, pues éste no es más que el instrumento de penetración de fuerzas hostiles al Tratado del Atlántico, amenazando así una zona vital para Europa y sus comunicaciones con Africa y América.
El primer ministro portugués, Francisco Sa Carneiro, tomó parte en la sesión inaugural de esta reunión y recordó la importancia estratégica de Portugal y de sus archipiélagos de Azores y Madeira, y reafirmó la voluntad de su Gobierno de hacer todos los esfuerzos para contribuir al refuerzo y a la unidad de la OTAN.
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