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Sánchez Cañete no aportó al juez las pruebas de corrupción en el bingo

Jesús Sánchez Cañete fue retenido por la policía el miércoles por la tarde, al término de una conferencia de prensa que habla convocado el SIJ para tratar sobre la corrupción en el bingo, y que estuvo exclusivamente mantenida por el secretario general de dicho sindicato. El lunes a mediodía, el ministro del Interior, Juan José Rosón, en reunión con la junta directiva del SIJ, había dado un plazo de veinticuatro horas a Sánchez Cañete para que entregase en el ministerio las pruebas que aseguraba poseer sobre la aludida corrupción en sus reiteradas declaraciones periodísticas. Transcurrido el plazo, y ante la no entrega de las pruebas, la policía procedió a requerírselas y a tomarle declaración.

Jesús Sánchez Cañete, secretario general de¡ Sindicato Independiente del Juego, Loterías y Apuestas (SIJ), no ha entregado pruebas a la policía, según información oficial del Ministerio del Interior, ni, al parecer al juez, de la corrupción en el bingo, que reiteradamente ha denunciado a través de los medios informativos.Jesús Sánchez Cañete abandonó ayer, por la mañana, el juzgado de instrucción de guardia, de los de Madrid, tras prestar declaración ante el juez, después de haber pasado la noche en dependencias policiales, donde también se le tomó declaración previa sobre el mismo tema. Posteriormente no ha vuelto a hacer manifestaciones públicas.

En círculos próximos a la investigación que oficialmente se realiza sobre el juego, se estima que las denuncias de Sánchez Cañete «no aportan nada válido a la investigación, a pesar de ser llamativas y sugerentes, y son fruto de un intento de protagonismo sindical oportunista».

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El secretario general del SIJ no ha dado las pruebas de corrupción en el bingo

Según información oficial del Ministerio del Interior, solicitada por EL PAIS, el señor Sánchez Cañete «no ha presentado ninguna prueba a la policía de las imputaciones que hace; no ha facilitado nada de lo que lleva prometiendo desde hace una semana. El señor Sánchez Cañete», añade esta información, «se limitó a ratificarse en sus declaraciones y a sacar escritos presentados en solicitud de licencia de armas, protección para él y su familia».Ayer por la mañana, la policía pasó a Jesús Sánchez Cañete «a presencia judicial para que se ratificara o no en sus declaraciones policiales». Oficiosamente se ha manifestado a este periódico que, «al parecer, tampoco ha facilitado ninguna prueba al juez sobre las denunciadas corrupciones».

Comunicación rota

Estas precisiones desmienten las únicas declaraciones de la abogada de Sánchez Cañete, hechas a la agencia Efe. Preguntada por la agencia informativa «sobre si había entregado Sánchez Cañete a la policía alguna documentación que avalase sus declaraciones en prensa nacional sobre corrupción en el bingo, la abogada dijo que, efectivamente, Sánchez Cañete ha aportado la correspondiente documentación ante el comisario jefe de la Brigada Regional de Policía Judicial».

En la sede del Sindicato Independiente de Trabajadores del Juego, Loterías y Apuestas -calle de Argesola, número 6- ayer resultó imposible contactar con su secretario general, así como en el domicilio donde habitualmente reside en Madrid durante sus estancias en esta ciudad.

Tras las abundantes denuncias del secretario general en declaraciones realizadas en la única conferencia de prensa que ha mantenido, y que se celebró el miércoles, a raíz del plazo que le urgió el ministro del Interior, Sánchez Cañete fue totalmente reacio a facilitar a los periodistas la más mínima señal de que, efectivamente, el SIJ, o personalmente él, tuvieran pruebas de las genéricas acusaciones de corrupción. A resultas de las apretadas preguntas de la conferencia de prensa, el señor Sánchez Cañete llegó, finalmente, a concretar -no a demostrar- algunas de las infracciones que, a su juicio, inducen a diagnosticar la corrupción del bingo. Tras su conducción por la policía y puesta en presencia judicial, el señor Sánchez Cañete ha roto la comunicación con la Prensa.

Sectores próximos a la investigación que sobre el juego en general realiza el Ministerio del Interior desde el pasado mes de mayo, y sobre el bingo en particular desde las declaraciones de Sánchez Cañete, aseguran que, en efecto, hay indicios de corrupción. No obstante, el grado está por determinar (véase EL PAIS de los días 20 y 21 del presente mes de agosto). En cuanto a las denuncias de Sánchez Cañete, se estiman como «simplemente llamativas y sugerentes, pero poco válidas para la investigación, y fruto del intento oportunista de asumir un protagonismo potenciador del SIJ, que habla sido excluido de las negociaciones del convenio colectivo estatal del sector».

El SIJ se creó en octubre del año pasado, y representa al 15% del sector, según su secretario general, que se negó a precisar el número de afiliados. En enero de este año, el señor Sánchez Cañete contactó en Estados Unidos con líderes sindicales para asesorarse, según explicó. «Me dijeron que allí no hay sindicación de trabajadores del juego, y que en 1969, en que hubo un intento, se produjeron nueve muertos. No quisiera ser yo aquí el primero», contó Sánchez Cañete.

La personalidad de Sánchez Cañete, por otra parte, y según fuentes oficiosas, se presenta con «dudosos perfiles» para los investigadores del Ministerio del Interior en materia de juego, en base «a datos sobre presuntas irregularidades en algunas de sus transacciones comerciales, así como a sus intentos de contar con apoyos de Fuerza del Trabajo, que no prosperaron, para la convocatoria de una huelga el pasado mes de marzo, entre otras confusas actividades relacionadas con su actividad sindical».

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