Los gitanos de Hernani

A la vuelta de mis vacaciones, fuera del Estado español, me he enterado, a través de la lectura de los artículos y editoriales de EL PAÍS, Egin, El Diario Vasco y El Socialista, de todo lo que en Hernani ha pasado a raíz de que un pleno del ayuntamiento decidiera expulsar a los gitanos del pueblo y las reacciones y comentarios que esto ha suscitado.Mi sorpresa ha sido grande y mi indignación mayor, y no puedo por menos, como conocedora del problema, que denunciar al Gobierno, porque es el único responsable de la situación de los gitanos. A la vista de lo que he podido leer en la Prensa estos días, me veo también en la obligación de denunciar la demagogia y el oportunismo del PSOE en todo este asunto.

Me he titulado antes conocedora del problema y esto es porque, como directora que soy del colegio nacional José Gay Mur, de Hernani, a mí vinieron primero las gitanas y los gitanos a pedirme entrada en la escuela. Desde ese día del pasado noviembre, en que esto ocurrió, no he dejado de moverme pidiendo para ellas y ellos una maestra y comida gratis en la escuela, y luego casa y trabajo para sus padres y madres.

Mi denuncia al Gobierno, porque no tiene nada concreto para resolver el problema de los gitanos y este problema nos supera a las personas que en ello nos movemos a nivel local y a los ayuntamientos. Considero que es un problema a resolver a nivel estatal y algo tan difícil como conseguir que tengan trabajo y unas condiciones de vida dignas, que, respetando su propia cultura, les facilite su integración en la vida nacional de Euskadi, ya que es aquí donde quieren vivir.

Mi denuncia al Gobierno quiero además concretarla en la persona del gobernador civil de Guipúzcoa, al cual hemos recurrido para resolver este asunto unas cinco veces desde el último noviembre.

El tiempo que hemos perdido en su despacho ha sido largo; en nuestra primera visita nos prometió la construcción de casas para los gitanos si el ayuntamiento le proporcionaba terrenos. Pero el Ayuntamiento de Hernaní tiene todos sus terreros municipales en pleno monte, y los gitanos, con toda razón, no querían vivir tan alejados de la población.

Las casas que en nuestra primera visita nos prometió se habían esfumado para la segunda. De los barracones del Ejército o escuelas prefabricadas que nos prometió esta vez ya no quedaba nada en la tercera visita, en la que nos prometió 600.000 u 800.000 pesetas, que todavía las estamos esperando.

Mi denuncia al PSOE va en las personas de los concejales del Ayuntamiento de Hernani, porque en las declaraciones que han hecho a la Prensa se han atribuido cosas que no han realizado y además porque todo lo que juntos hemos luchado en favor de los gitanos y que yo creía que lo hacían realmente para proporcionarles una vida digna, lo han aprovechado ahora para hacer una campaña demagógica a su favor.

Va también mi denuncia a sus diputados, con los que varias veces nos hemos entrevistado en la diputación de Guipúzcoa, y que todavía no han sido capaces de conseguir lo que en la primera entrevista nos prometieron: dinero (unas 20.000 pesetas) para el material del aula de los gitanos y 19 cesión de un terreno de la diputación para edificarles viviendas. Sé que el PNV les ha puesto las cosas muy difíciles (cosa nada extraña tratándose de un partido de derechas), pero, señores diputados socialistas, cuando no se consigue nada se lucha más, y si a pesar de todo el fruto es nulo, no se vociferan demagogias, por muy rentable que eso le sea al PSOE fuera de Euskadi.

Señores y señoras del PSOE sin meterme en más escritos ni declaraciones que han hecho, limitándome solamente a lo que escriben en El Socialista, número 163, les diré que es demasiado escribir que con la colaboración de las agrupaciones locales del partido socialista y del Partido Comunista de Euskadi se consiguió la escolarización de los niños gitanos. A la delegación del Ministerio de Educación fui con concejales de Herri Batasuna, de Euskadiko Ezkerra y del PSOE, lo mismo que a la diputación. Al Ayuntamiento de San Sebastián, al Gobierno Civil y a la delegación de Trabajo es donde ni los de Herri Batasuna ni los de Euskadiko Ezkerra fueron.

Pero, ¡por favor!, excepto en la delegación del Ministerio de Educación, en ningún sitio hemos conseguido nada, y no metan en esto al Partido Comunista de Euskadi, que en el asunto de los gitanos no le he visto para nada.

No quiero con esto defender a Herri Batasuna. En este asunto he visto a concejales y a personas de esta coalición a las que los gitanos «les caían muy gordos» y su decisión de votar a favor de la expulsión, a pesar de que la mayoría del pueblo se la pidiera, es una cosa que la desapruebo totalmente, porque una coalición verdaderamente de izquierdas debe saber combatir, llegado el caso, las ideas negativas que también existen en el seno del pueblo.

Terminando con mis denuncias concretas, quiero también salir al paso de tanta palabrería barata que se ha empleado para demostrar el racismo de los vascos. Hay que aclarar una cosa: los vascos, para algunos, tal vez seamos racistas; pero entiéndase que vascas son aquí todas las personas que viven y trabajan en Esukadi, hayan nacido donde hayan nacido y todas ellas toman decisiones a veces muy mal tomadas, como ha sido esta de Hernani.

Y para terminar, por favor, no me contesten, si es que alguien lo hace, con más réplicas y contrarreplicas... No voy a entrar en ese juego. Pido a todo el mundo que se deje de literatura fácil y si alguien quiere decirnos algo que sea para ofrecer soluciones prácticas y reales; porque los gitanos y gitanas de Hernani, y quienes estamos luchando por ellos y ellas, no tenemos nada concreto de lo que tanto necesitan../

Directora del Colegio Nacional Mixto José Gay Mur, de Hernani.