Arquitectos e ingenieros critican las limitaciones de la ley del Suelo
La incapacidad de la ley del Suelo para realizar el «desarrollo integral del territorio» y la revisión de casos concretos como el de Castronovo y del trasvase del Ebro, fue la materia de discusión en la mesa redonda que se celebró ayer, dentro del curso «Planeamiento espacial y ecología», que se desarrolla en el marco de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, desde el pasado lunes, día 4, con participación de numerosos profesionales de disciplinas diversas.Ventura Pérez Mariño, abogado y coordinador del curso; Arturo Soria, ingeniero de Caminos; José Luis Ibarra, profesor, y los arquitectos urbanistas Fernando Obregón, César Portela y Salvador Tarragó, formaban la mesa, que bajo el título «Experiencias urbanísticas en el Estado español», constató una crítica unánime al contenido de la citada ley del Suelo.
El ciclo de ecología, que, según los asistentes está resultando de un elevado nivel teórico, se inició con una conferencia del señor Pérez Mariño, quien diferenció los conceptos ecología y ecologismo, y trazó las principales coordenadas en que el ecologismo debe basarse inspiradas en una superación de la actual sociedad industrial consumidora de recursos no renovables.
El arquitecto urbanista Damián Quero intervino posteriormente para analizar la necesidad de devolver a los ayuntamientos la competencia en materia de urbanismo, sobre todo si se tiene en cuenta la tendencia creciente a desviar las concentraciones urbanas a la periferia, junto a todas las industrias contaminantes. En este sentido, subrayó la conveniencia de la política autonómica del Gobierno como forma de constituir y asegurar élites del poder central en la periferia.
La necesidad de estudiar las causas de la demanda de transportes públicos. antes de llevar a cabo la institucionalización de estos, fue el tema que trató el ingeniero de Caminos Arturo Soria, quien explicó que el aumento que experimentan los medios de transportes colectivos no suele solventar las peticiones crecientes de nuevos y más rápidos medios de comunicación.
Dentro también de la jornada de ayer, el señor Tarragó habló de la conservación del patrimonio arquitectónico, como segunda naturaleza. Según el conferenciante, el análisis de las extracciones de rocas y áridos en Cataluña ha producido una toma de conciencia de la envergadura de la agresión a la naturaleza que tiene lugar en el País Catalán.
El fenómeno de erosión física producido por canteras y graveras, sumado al problema de los vertidos de basura, a la destrucción del territorio que origina las nuevas vías de comunicación, a la expansión caótica de las ciudades y de la industria, significa la destrucción irreversible de la naturaleza y de las propias ciudades.
Salvador Tarragó defendió la vinculación de la defensa activa de la naturaleza con la conservación del patrimonio arquitectónico de los cascos antiguos y la unión de la población afectada por estas agresiones con los técnicos preparados al servicio de los intereses populares.
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