Una vida entre el periodismo, la literatura y la diplomacia
Ramón Pérez de Ayala nace en Oviedo (Asturias), el 9 de agosto de 1880 y muere en Madrid el 5 de agosto de 1962. Después de cursar el bachillerato en los jesuitas, ingresa en la universidad de su ciudad natal, donde fue discípulo de Leopoldo Alas Clarín; terminó su licenciatura en la Universidad de Madrid.Siendo todavía estudiante se inició en la carrera literaria colaborando en los Lunes de El Imparcial, El Gráfico y Abc. Como corresponsal de La Prensa, diario bonaerense, recorrió los frentes de Francia, Italia e Inglaterra durante la primera guerra mundial. En 1928 ingresa en la Real Academia de la Lengua, pasando a ocupar la plaza que dejó vacante Vázquez de Mella.
En 1931, durante la última República española fue embajador en Londres: a raíz de la guerra civil española se traslada a Argentina, donde permanece hasta 1955; en 1946 fue nombrado agregado cultural de la Embajada española en Buenos Aires. Los últimos años de su vida residió en Madrid..
En 1960 fue galardonado con el premio de la Fundación March y, dos años más tarde, murió a la edad de 81 años.
Rubén Darío puso prólogo a su primera obra literaria, La paz del sendero, aparecida en 1904; un libro de poesías en el que se creyó ver la influencia de Francis James. A éste sigue El sendero innumerable; completando la trilogía, en 1921 aparece El sendero andante, considerado como lo mejor de la poesía de Ramón Pérez de Ayala. Como crítico, su obra alcanzó justa resonancia. Resumen este aspecto de su obra los dos volúmenes que componen Las máscaras.
Su producción novelística fue abundante, reflejando en la primera parte de su obra una concepción del mundo picaresca, desenfadada y pesimista; Tinieblas en las cumbres, que apareció en 1907 con el seudónimo de Plotino Cuevas, fue saludada por Benito Pérez Galdós como una obra maestra de la picaresca. Le sigue a esta novela, entre otras, AMDG, La pata de la raposa, Troteras y danceras, Bernardino y Apolonio, Luna de miel sin hiel y Los trabajos de Urbano y, Simona.
En 1926 aparecen Tigre Juan, inspirada en las teorías del doctor Marañón sobre don Juan, y El curandero de su honra, que marcan el final de su ruta como novelista.
Ramón Pérez de Ayala es también maestro de la novela corta, en la que frecuentemente aparecen desarrollados los mismos temas de sus grandes novelas. Entre otras, se encuentran: Bajo el signo de artemisa, El cruzado del amor, El anticristo, Luz del domingo, El profesor auxiliar, Grano de pimienta y Mil perdones. Otras obras suyas son: Hernán encadenado, basada en los campos de batalla italianos de la primera guerra mundial, y sus Ensayos, sobre temas de política, literatura, arte, etcétera.
A una intensa actividad sucedió un largo período de silencio, si exceptuamos su dedicación al artículo periodístico, del que fue maestro.
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