Posible reunión urgente del Consejo de Seguridad sobre Jerusalén

Israel anunció ayer el inminente traslado de la presidencia del Consejo a la parte oriental de Jerusalén, unas horas después de que los países islámicos solicitaran una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar el problema de la nueva capital israelí.El jefe de la delegación paquistaní, y portavoz de la Conferencia Islámica. Shamshad Aahmaa, entregó el viernes, por la tarde, al presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el portugués Vasco Futscher Pereira, la solicitud para la «inmediata reunión» del Consejo, debido a la «flagrante violación» israelí de varias resoluciones de la ONU.

Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, manifestó hoy, durante una breve escala en Bahrein, en su viaje al sureste asiático, que la decisión de la Kneset (Parlamento israelí) de convertir Jerusalén en capital del Estado judío será un obstáculo para los esfuerzos internacionales encaminados a buscar una solución pacífica para el conflicto de Oriente Próximo.

El rey Hussein de Jordania calificó ayer de «obstáculo insalvable en el camino hacia la paz», esta decisión israelí, en unas declaraciones a la televisión austriaca. Insistió en la importancia que tiene que Israel haya adoptado esta decisión precisamente al día siguiente de que la sesión especial de la Asamblea General de la ONU aprobara, el pasado martes (por 112 votos a favor, siete en contra y veinticuatro abstenciones), la resolución que exige la retirada israelí de todos los territorios árabes ocupados.

Italia también repudia la resolución sobre Jerusalén, a través de un comunicado hecho público el viernes, en el que el ministro italiano de Asuntos Exteriores subraya que la proclamación de Jerusalén, como «capital eterna e indivisible» del Estado hebreo es inaceptable y contraria a las resoluciones de la ONU con respecto a la Ciudad Santa.

Reacciones similares se han registrado en Rumania, que difundió, también el viernes, su repulsa a través de los medios de comunicación, y en Canadá, a través de un comunicado del ministro de Asuntos Exteriores.

Ante esta atmósfera internacional de rechazo, el primer ministro israelí, Menájem Beguin, insiste en que no atenderá ninguna presión extranjera y que, en especial, hará caso omiso de las presiones norteamericanas, encaminadas a evitar, o al menos aplazar, el traslado de las oficinas gubernamentales a Jerusalén oriental.

La nueva sede de la presidencia del Consejo quedará instalada antes de finalizar agosto, afirmó ayer la prensa israelí. Medios cercanos a Beguin señalaron que el traslado precipitado se explica para aprovechar un momento en que la Administración americana tiene «atadas las manos», a causa de las elecciones presidenciales.

Por otra parte, finalizó la visita del ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo, Gaston Thorn, a Israel. Gaston Thorn, que además es jefe de la delegación de los nueve en Oriente Próximo, abandonó el aeropuerto de Tel Aviv el viernes, tras una rápida visita de veinticuatro horas. Este viaje no ha variado en absoluto las divergencias existentes entre la postura de los nueve y las posturas israelíes.