Duras críticas de la prensa francesa al presidente Ceaucescu, que visita oficialmente París

El jefe del Estado rumano y secretario general del partido comunista de su país, Nicolás Ceaucescu, llegó ayer a París en visita oficial, con amplias críticas por parte de los medios informativos. Durante cuatro días mantendrá conversaciones con las autoridades galas, acompañado por varios ministros y por su mujer, Elena, que es viceprimeraministra, miembro del buró permanente del comité politico ejecutivo del partido y, por ello, segundo personaje del Estado.En un primer tiempo, al menos, la estancia en Francia de Ceaucescu ha servido para que todos los medios de información y diversas organizaciones internacionales denuncien el «nepotismo del personaje, la oligarquía familiar, que ha hecho del país su propiedad privada, y, en suma, la represión interior inexorable del más puro cuño estalinista, comparable a la de las dictaduras suramericanas o a la de los más duros regímenes del Este socialista». Ceaucescu y su mujer, así como los dos hijos mayores, que ya ocupan puestos clave en las esferas del poder, son disecados sin miramientos. El «padre creador», «el Danubio de las ideas», adjetivos cotidianos en la prensa rumana cuando se trata de evocar la figura de Ceaucescu, o el «hada de las hadas», como califica a su mujer el último libro publicado en su honor, son algunas de las pinceladas con las que la opinión francesa ha esbozado el retrato del matrimonio, que, según recuerdan la Prensa y los organismos defensores de los derechos humanos, mantiene en la cárcel en condiciones inhumanas a millares de presos políticos, tortura, utiliza abusivamente la psiquiatría e impide la libre circulación de los ciudadanos. Se subraya igualmente que su política exterior respecto a Moscú es la más rebelde de todos los países del Pacto de Varsovia -Ceaucescu condenó la invasión de Checoslovaquia-, no aprobó la de Afganistán, mantiene relaciones comerciales con la CEE, recibió a Nixon y dialoga con los chinos antisoviéticos. Pero en este momento de crisis Este-Oeste, los franceses se esfuerzan por conseguir que «el equívoco liberalismo de su diplomacia no oculte la realidad de un régimen cruento e inhumano en el interior».

Ceaucescu, en declaraciones ofrecidas a su llegada a la capital, denunció todo lo anterior como consecuencia de una «agitación» promovida por «algunos medios que se detienen ante aspectos menores (de la vida rumana) y no ante los problemas fundamentales, que en Rumania, como en los demás países socialistas, han sido resueltos incomparablemente mejor que en los países capitalistas occidentales».

Después de la URSS y Polonia, Rumanía es el país del Este europeo que mantiene relaciones económicas más intensas con Francia. Los intercambios, el pasado año, ascendieron a cerca de 4.000 millones de francos (60.000 millones de pesetas).