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Jomeini respalda a los integristas en sus intentos de islamizar totalmente Irán

El ayatollah Jomeini se pronunció, el domingo, por una islamización total de las instituciones iraníes y criticó con dureza al Gobierno, a las embajadas y al Ejército por considerar que las tres instituciones «no son revolucionarias».

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Los "guardianes de la revolución" iraní se atribuyen el atentado contra Bajtiar

La represión contra el presunto compló militar, descubierto el jueves 10 de julio, empezó, también el domingo, con la ejecución de cinco oficiales en la cárcel de Evin, en Teherán, primeras victimas del tribunal especial de la revolución islámica, encargado de juzgar a los implicados en la intentona abortada. Entre los ejecutados figuraba el general Mohaghegi, uno de los dos «cerebros» del frustrado golpe.Ayer se supo que Cuatro oficiales, entre los que figuran tres pilotos de las fuerzas aéreas juzgados a puerta cerrada, en la cárcel de Evin, también habían sido condenados a muerte.

La nueva advertencia del ayatollah Jomeini -que el 27 de junio denunció la «inacción» de las autoridades- es el producto de tres semanas de esfuerzos integristas para relanzar en su provecho la revolución, con una serie de medidas drásticas y de acusaciones con las que intentan movilizar a la población a favor suyo.

Concretamente, el imán Jomeini criticó, el domingo por la noche, a las «embajadas de Irán» en el extranjero, al actual Gobierno iraní y a «los jefes del Ejército».

«Sólo hay en nuestras embajadas placeres y prostitución. Hay que expulsar de ellas a los savakis (agentes de la policía política del sha) y corruptos. Nuestras embajadas no son islámicas, y los valores del Islam están ausentes de ellas», dijo el máximo ayatollah iraní. «Ninguno de nuestros ministros es revolucionario, y el próximo Gobierno no serviría de nada si se pareciese al actual», añadió Jomeini.

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«Los jefe del Ejército tampoco son revolucionarios, porque sí hubiesen actuado correctamente no tendríamos problemas en el Kurdistán o en el Beluchistán».

En consecuencia, el imán ordenó, cuando el Parlamento se dispone a iniciar sus debates sobre la designación de un nuevo primer ministro, la formación de «un Gobierno al ciento por ciento islámico ( ... ) si no queremos renunciar a la República Islámica ( ... ) y si no queremos ser vencidos».

La «revolución administrativa », las purgas en el, Ejército, la detención de civiles, la denuncia de un supuesto compló organizado por Bajtiar, los ataques contra Francia, acusada de apoyar al traidor», y las ejecuciones de los primeros conspiradores son, en opinión de los observadores, las primeras manifestaciones de un movimiento que el ayatollah Jomeini desea aún más radical.

El imán se pronunció en el mismo discurso por el mantenimiento de algunas instituciones revolucionarias cuya desaparición era deseada por las autoridades.

Los religiosos integristas respaldan, desde hace tres días, y este apoyo fue reiterado ayer por uno de los principales dirigentes del Partido de la República Islámica, Djaladdedine Farsi, la acción terrorista de los «guardianes de la revolución» contra Chapur Bajtiar.

Se cree, en Teherán, que la próxima víctima de los ataques del imán Jomeini «contra las embajadas» será el jefe de la diplomacia iraní, Sadegh Ghobdzadeh, personalidad, sin embargo, muy vinculada al ayatollah. Sus declaraciones en París, según las cuales el atentado contra Chapur Bajtiar «era una provocación de elementos del antiguo régimen», fueron violentamente criticadas ayer pos los integristas.Las denuncias y acusaciones del ayatollah Jomeiní, además de respaldar a la jerarquía religiosa y su actuación, constituyen, en opinión de los observadores, una de las críticas más violentas hechas hasta ahora contra los «civiles» en el poder, es decir, contra el presidente Abolhassan Banisadr, su equipo y lo que aún queda de laicismo en Irán.El presidente Jimmy Carter recibió el sábado, en la Casa Blanca, a Richard Queen, vicecónsul norteamericano en Teherán, liberado el pasado 11 de julio por orden del ayatollah Jomeini.

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